Este martes analizamos las principales magnitudes de la cuenta de resultados del primer semestre de 2021 de Enagás. Si echamos un vistazo a los portales financieros, tras la publicación de las cifras, vemos que el precio de cotización de Enagás se ha incrementado en un 1,57%, desde su precio de cierre del día de ayer, de 18,82 euros, hasta el momento de la realización de este artículo, situándose en 19,12 euros,y  aunque al mediodía el entusiasmo se rebajaba a un alza del 0,58%, ha cerrado la sesión con la mayor alza dentro del Ibex 35 (+1,70%). De manera comparativa con el índice Ibex, este ha caído desde el cierre de la sesión de ayer en un 0,87%, lo que indica que los resultados publicados esta mañana de Enagás han sido muy superiores a las expectativas del mercado y que el precio de la acción del grupo se ha elevado de manera individual, no de manera conjunta con el resto de los grupos componentes del selectivo español.

Dejando a un lado la información bursátil, vayamos ahora al estudio de los resultados semestrales del grupo. La facturación, ingresos totales, ha sido de 480,6 millones de euros (M€), por lo que ha descendido un 13,2% respecto al mismo semestre de 2020, período donde la pandemia había comenzado a causar efectos perjudiciales no solo en la salud de los españoles sino también en los resultados de los principales grupos empresariales de nuestro país a partir de abril de 2020. Parece que la gran nevada experimentada en España a principios de 2021 y el frío que provocó la borrasca Filomena, la cual supuso un incremento sustancial de la demanda de gas natural en el territorio nacional, no ha tenido un gran impacto positivo en la cifra de ventas totales del grupo respecto al primer semestre de 2020. Bueno, siempre nos quedará el consuelo de que, como argumenta el grupo, su cifra de ventas del período ha sido gravemente afectada por la entrada en vigor del marco retributivo 2021-2026, cerrado tras la publicación de la circular 8/2020 de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC).

La gran nevada y el frío que provocó la borrasca Filomena supuso un incremento sustancial de la demanda de gas natural en España, pero no ha tenido un gran impacto positivo en la cifra de ventas totales

Este descenso significativo en la cifra de ventas de Enagás en el primer semestre de 2021, respecto al mismo período de 2020, se ha visto reflejado, aunque en menor medida, en el beneficio después de impuestos del grupo. El resultado de Enagás en el semestre se ha reducido en un 9,8%, pasando de ser una cifra de 236,3M€ a una de 213,1M€. Bueno, al menos de manera comparativa con las cifras del primer trimestre entre el período de 2020 y 2021, el “batacazo” no ha sido tan pronunciado, ya que la caída del resultado en dichos términos comparativos fue cercana al 22%. Y en gran parte, Enagás ha podido compensar el efecto negativo del recorte regulatorio por las participadas (sobre todo, gracias a la estadounidense Tallgrass Energy y al gasoducto Trans Adriatic Pipeline (TAP) -que trae gas desde Azerbaiyán, pasando por Turquía, Albania e Italia-, las cuales ya aportan el 40,4% del beneficio, un 48% más que hace un año, y por la mejora de la eficiencia

Analizando de manera breve la capacidad de generar recursos del grupo en el primer semestre de este año, medida mediante el indicador Ebitda, este ha descendido en un 5,9% con respecto al mismo período del año anterior, pasando de 479,8M€ a 451,3M€. Tal y como podemos observar, el Ebitda se ha reducido en menor medida que las ventas, lo cual es un fiel indicativo de que el grupo ha reducido costes de explotación como veremos a continuación. Si bien es cierto que el gasto de personal de Enagás ha aumentado entre períodos en un 5,5%, lo que indica que el grupo o bien ha contratado mayor personal o que les ha subido el sueldo, ambas son buenas noticias; la partida de otros gastos de explotación ha descendido sobremanera en un 12,6%, pasando de 89,4M€ a 78,1M€.

El efecto negativo del recorte regulatorio en el resultado se ha podido compensar, en gran parte, aunque no suficiente como para lograr un incremente, por las participadas Tallgrass Energy y el gasoducto TAP y la mejora de la eficiciencia

En relación con la evolución de la deuda del grupo, volvemos a estar de suerte, como ya lo estuvimos en el análisis comparativo de los resultados del primer trimestre. La deuda neta de Enagás ha vuelto a descender de nuevo, en este caso en 268M€ desde el cierre de 2020 al primer semestre de 2021, hasta 4.020M€. De igual manera, la ratio deuda/Ebitda ha descendido en igual análisis comparativo, desde 4,8 a 4,7, es decir, el grupo ha mejorado su capacidad de generar recursos en relación con su estructura de pasivo desde el cierre de 2020 hasta el primer semestre de 2021.

Para ir finalizando, toca tratar de manera breve la capacidad de generar liquidez, puesta en evidencia a través de su estado de flujos de efectivo. El grupo ha aumentado de manera considerable su liquidez entre el primer semestre de 2020 y el de este año, pasando de 862,9M€ a 1.234,6M€, lo que supone un incremento del 43%. Todo ello pese a generar un menor flujo de explotación entre períodos de 11M€. La bondad de la cifra viene explicada principalmente por un descenso en inversiones internacionales entre períodos de 750M€, el que siembra recoge. Nada que mencionar sobre el flujo de financiación del grupo, la deuda permanece estable y no se han producido grandes variaciones entre períodos. Es decir, el grupo ha cesado en este primer semestre su plan de inversiones acaecido en el mismo período del año anterior, lo que ha provocado que su caja haya aumentado sustancialmente en iguales términos comparativos. No sabemos exactamente cual es la argumentación de Enagás para “guardar” el efectivo en sus arcas de tesorería, pero dos opciones podrían ser: o bien que está esperando afrontar una importante inversión en el futuro o bien que se ha vuelto precavido ante la situación actual y futura de su negocio.

El grupo ha aumentado de manera considerable su liquidez entre el primer semestre de 2020 y el de este año, pasando de 862,9M€ a 1.234,6M€, lo que supone un incremento del 43%. Así que puede acometer inversiones en el futuro

Para finalizar, daremos una breve conclusión sobre el grupo que preside Antonio Llardén. Si bien es cierto que el resultado del primer semestre ha sido inferior en un 13,2% respecto al de hace un año, lo que no es buena noticia, Enagás ha incrementado sobremanera su efectivo entre períodos, en nada menos que un 43%, una buena liquidez tras las inversiones acometidas en 2020. Y este aumento de la liquidez resulta de especial importancia si Enagás decide acometer inversiones en el futuro, que dada su larga trayectoria de crecimiento, creemos que las necesitará más pronto que tarde.

Paralelamente, en la presentación de los resultados a los analistas, Llardén ha señalado que prevén contactar con el nuevo Gobierno de Perú (el de Pedro Castillo, que tomará posesión el próximo miércoles 28) y “poner de manifiesto la voluntad clara de llegar a acuerdos en el arbitraje” por el conflicto del Gasoducto Sur Peruano (GSP). Este proyecto se paralizó en 2017 por temas relacionados con la corrupción de Odebrecht y está en el Centro Internacional de Arreglo de Diferencias relativas a Inversiones (CIADI), el organismo de arbitraje del Banco Mundial, desde el 2 de julio de 2018: Enagás reclama más de 400 millones y los asesores legales estiman que el laudo podría emitirse a finales de 2022. Aunque la compañía está a disposición del Estado peruano para alcanzar un acuerdo amistoso que ponga fin al procedimiento arbitral. En este país hispanoamericano, Enagás, está presente desde 2014 a través de dos activos estratégicos que funcionan con normalidad: Transportadora de Gas del Perú (TgP), con un 28,94%; y Compañía Operadora de Gas (COGA), con un 51%, la cual es responsable de la operación y mantenimiento del sistema de transporte de TgP. Además, allí, la demanda de gas natural ya ha vuelto a niveles pre-pandemia. 

Llardén buscará un acuerdo amistoso con el nuevo Gobierno de Perú por el conflincto del Gasoducto Sur Peruano (GSP) y en dicho país cuenta con dos activos estratégicos (Transportadora de Gas del Perú y Compañía Operadora de Gas (COGA)

Respecto al plan de rotación de activos para maximizar el valor para los accionistas, Llardén ha referido que dependerá de la evolución de los mercados y de las expectativas de cada activo, pero que se trabajará en el mismo este año y el siguiente. Y por ahora, ha preferido ser prudente sobre la previsión de beneficio neto para el conjunto del año, la cual sigue estando en 380M€. Además, se mantiene la fuerte apuesta por los gases renovables (tiene 55 proyectos -34 de hidrógeno y 21 de biometano- con más de 60 socios) y ha reducido un 63% su huella de carbono desde 2014, en línea con el objetivo de ser neutra en carbono en 2040 o incluso antes, y por tanto más ‘verde’, al tiempo que será cada vez más feminista