Supongo que el aplauso que el jueves propinaron a Pedro Sánchez, los gerentes del Instituto de la Empresa Familiar (IEF) fue de cortesía. Lo comprendo, todos hemos sido educados en colegio de pago y no se trata de decirle al presidente del Gobierno la grosería de moda: por siete votos tienes el c. roto. Eso no resultaría elegante.

El caso es que cada día que pasa en Moncloa Pedro Sánchez habla mejor y miente aún mejor. Va podando sus sofismas de arista y al final, en cuanto te descuidas un segundo, te mete un gol. Así, aprovechó su estancia en el Instituto para decirnos que era un gran día (hoy, ayer y mañana, mientras él permanezca en La Moncloa) porque la OCDE había reconocido que los españoles habíamos recuperado la renta per cápita de 2007. 

Sí, en 2024 hemos recuperado la riqueza de 2007. Pero ojo, un buen sofista sabe transitar por la delgada línea entre el embuste y el ridículo. Caramba, hasta los gerentes del Instituto de la Empresa Familiar podían poner en solfa que recuperar la riqueza que ya teníamos en 17 años, constituya un "éxito de país" pero bajo el Gobierno Sánchez, naturalmente. 

Pero ahí estaba don Pedro, siempre al quite. Añadió que con la crisis financiera de 2008 toda Europa se equivocó, especialmente Mariano Rajoy, aunque, miren por donde, a don Mariano se le puede acusar de muchas cosas pero no de haber provocado la crisis financiera en 2008, cuando entró en el Gobierno en diciembre de 2011. 

Precisamente por eso, para no echarle la culpa a Zapatero, ese buen chico que dedica su vida y afanes a aplaudir a Pedro, el señor Sánchez aseguró que quien se había equivocado, no era el Gobierno español, sino toda Europa, en su totalidad manifiesta. Bueno, y Mariano, que es de derechas. Pero que cuando por fin, llegó él, nuestro hombre, en 2018, enmendó todos los errores pretéritos y alumbró una nueva era de paz y prosperidad. Paz y prosperidad, además, progresistas

La verdad es que lo único bueno que hizo en la economía española aquel poste de telégrafos llamado Mariano Rajoy consistió en reducir el tamaño del Estado, gracias a lo cual salimos de la crisis financiera tras muchos esfuerzos de toda la sociedad. Pero ahora Sánchez le da la vuelta: Europa se equivocó, dijo el gran hombre, y nosotros lo hemos arreglado con la política de subvenciones públicas del Gobierno socio-comunista.

Y esto significa algo muy concreto: que cuando las subvenciones ya no se puedan pagar, y se han venido pagando con cargo a la deuda pública que ahora vendemos cada vez más cara, el sustituto de Sánchez, igualito que tuvo que hacer Rajoy con Zapatero, tendrá que pagar las facturas, tendrá que volver a los recortes de gasto público y a reducir la emisión de deuda... y rapidito. Otro austericidio.

Y esto significa lo del viejo chiste: la economía española, por ahora, va bien, dijo, cuando iba por el quinto piso, el hombre que se precipitó al vacío desde el piso 25.