ACC producirá en dos “gigafactorías”, situadas en Douvrin (Francia) y en Kaiserslautern (Alemania)
Los coches eléctricos aún representan un pequeña parte en los parques automovilísticos de la mayoría de países europeos (con algunas excepciones, eso sí, por ejemplo, Noruega) y en gran parte, se debe a su elevado coste. En esto tiene mucho que ver el coste de las baterías (que ahora se hacen en Asia -las principales fabricante son las chinas CATL y BYD, la japonesa Panasonic y las surcoreanas LG Chem y Samsung SDI), que supone el 40% del coste del vehículo. Por eso es una muy buena noticia que, por fin, se vayan a hacer baterías en Europa: empezarán PSA y Total en Francia y Alemania… y hay planes en España.
El grupo automovilístico y la petrolera galas han creado ya Automotive Cell Company (ACC), la empresa conjunta que se encargará del proyecto y que cuenta con el visto bueno de la Comisión Europea. Nno llega en un momento cualquiera: aunque se anunció en enero, ahora cobra si cabe más valor, dada la apuesta por la recuperación verde para salir de la crisis económica que ha provocado el coronavirus. Y la inversión superará los 5.000 millones de euros, de los que las administraciones francesa y alemana darán 1.300 millones.
Entre los objetivo de ACC destaca el de asegurar la independencia industrial europea, tanto en el desarrollo como en la fabricación de baterías
Total a través de su filial Saft aportará su experiencia en materia de I+D y de industrialización, por su parte, el grupo PSA, concretamente a través de Opel, pondrá su conocimiento del mercado del automóvil y de la fabricación en grandes series. El centro de I+D de Burdeos y la planta piloto de Nersac, en Francia, están ya en fase de arranque para la puesta a punto de nuevas tecnologías de células de iones de litio de alto rendimiento. Tras esta fase inicial de I+D, se prevé que se lance la producción en serie en dos “gigafactorías”, en Douvrin (Francia) y en Kaiserslautern (Alemania).
Entre los objetivos de ACC destaca el de asegurar la independencia industrial europea, tanto en el desarrollo como en la fabricación de baterías, con una capacidad inicial de 8 GWh, hasta alcanzar en 2030 los 48 GWh. Esto corresponderá a la producción de un millón de vehículos eléctricos anuales, lo que equivale a más del 10% del mercado europeo. Además, permitiría que Europa se posicionara como un actor competitivo como proveedor de fabricantes de coches eléctricos.
Paralelamente, el proyecto de Schneider Electric (especialista global en gestión de la energía y automatización, con sede en Francia) es el mejor colocado para reindustrializar la planta de Nissan en la Zona Franca de Barcelona, según informa La Vanguardia. Al parecer, habría ofrecido invertir 3.500 millones, mantener la plantilla (el fabricante automovilístico japonés despedirá a 2.525 empleados) y crear 3.000 empleados directos. Claro que en la propuesta de reindustrialización también habría otros proyectos, por ejemplo, el de LG Chem, según TV3, aunque con menor inversión y que salvaría entre 1.500 y 2.000 empleos de Nissan.