La central nuclear de Almaraz es la primera que figura en el calendario de cierres que impulsó Teresa Ribera, pero está en condiciones para operar mucho más porque se renueva cada año
El PP pide mantener las centrales nucleares españolas, e incluso construir nuevas, frente a los cierres que apoyan Pedro Sánchez y ‘Doña contradicciones’ Teresa Ribera, y que supondrán la pérdida del 50-70% de los ingresos de los municipios cercanos. El partido que preside Alberto Núñez Feijóo defiende la nuclear, una energía que produce electricidad sin emitir CO2, y su importante papel para la transición energética, el cual se ha remarcado el reciente informe de Mario Draghi sobre la competitividad europea.
En una proposición no de ley presentada en el Congreso de los Diputados, según recoge Europa Press, el PP ha defendido que la nuclear es “una fuente constante y fiable de electricidad” desde hace décadas y generó el 20,34% de la electricidad española en 2023, con sólo el 5,69% de la potencia instalada. Una defensa que cobró fuerza hace unos meses, con otra proposición no de ley en el Congreso y con una petición en las Cortes Valencianas. Ahora ha insistido en su petición de que se mantengan las centrales nucleares españolas y se amplíe su vida útil, e incluso que se reforme la ley para permitir la construcción de nuevas... justo cuando en muchos países se está apostando por eso y también por los pequeños reactores modulares (SMR, por sus siglas en inglés). De hecho, recientemente Flavio Cattaneo, CEO de Enel (energética italiana que controla el 70% de Endesa), ha destacado la experiencia nuclear en España, y ha anunciado la creación de una empresa de SMR, junto a las compañías italianas Leonardo y Ansaldo. Por su parte, José Bogas, CEO de Endesa, no se rinde y seguirá “intentando convencer al Gobierno” para mantener las nucleares.
Todo esto coincide con el inicio de la COP29 en Bakú (Azerbaiyán), después de que en la anterior Cumbre del Clima (la COP28 celebrada en Dubái, Emiratos Árabes Unidos) 22 países firmaran el compromiso de triplicar la energía nuclear mundial para 2050. Asimismo, en la COP28 se acordó iniciar la salida de los combustibles fósiles, pero no su fin... y de cara a la COP29, el director ejecutivo del equipo de Azerbaiyán, Elnur Soltanov, ha sido pillado defendiendo los combustibles fósiles, según la BBC: en concreto, ha destacado que en su país “tenemos muchos yacimientos de gas que necesitan ser desarrollados”. Mientras que Greenpeace ha desplegado una pancarta en Madrid en plan catastrofista, tras la trágica DANA, recordando que “Frenar el cambio climático salva vidas”. Y por cierto, en la COP29, Ribera (‘Doña contradicciones’) tendrá que defender la nuclear, como hará en Bruselas... mientras en su país insiste en cerrarlas sí o sí entre 2027 y 2035.
En el entretanto, ha finalizado la trigésima recarga de combustible de la Unidad I de Almaraz, una central que aporta 450 millones de euros en impuestos que la asfixian económicamente, y de los que unos 100 millones corresponden a Extremadura. Un dato que no es baladí y menos en este contexto en el que el PP quiere que se facilite la sostenibilidad económica de las nucleares, algo que el Gobierno Sánchez no está dispuesto a hacer, como se pudo haber con la subida en un 30% de la tasa Enresa hace unos meses. ´
La citada recarga ha sido la penúltima de la Unidad I si no se rectifica su cierre previsto para 2027, algo que impactará de forma negativa en la economía regional y local. Una recarga donde se han incorporado más de 1.200 trabajadores adicionales a la plantilla habitual (la cual está formada por unas 3.000 personas en su zona de influencia) de unas 70 empresas colaboradoras especializadas. La Unidad 1 genera más del 3% de la demanda eléctrica anual de toda España, el equivalente al consumo anual de 2 millones de hogares. Dentro de unos meses, se procederá a la recarga de combustible de la Unidad II... todo esto en una central que es el principal motor socioeconómico de su entorno y una de las mayores industrias de Extremadura, generando puestos de trabajo de alta cualificación y larga duración, además de tener un efecto tractor sobre otras industrias. Además, con sólo una inversión anual de 50 millones para la mejora, actualización y modernización de sus equipos, se encuentra en las mejores condiciones técnicas para seguir operando, incluso hasta los 80 años de vida útil(2063)... y de hecho, la central de North Anna (Virginia, EEUU), gemela de Almaraz, tiene licencia para operar 80 años. En total, en EEUU, ocho reactores tienen ya licencia para funcionar 80 años y unos 80 cuentan con licencia para operar hasta los 60.