El Ministerio de Economía resaltó este viernes, nada más conocer los datos definitivos del INE, la “buena” evolución del precio de los alimentos porque en junio se moderó dos décimas y cerró en el 4,2%. Es la menor tasa desde diciembre de 2021, de acuerdo, pero es que, en los últimos tres años, los alimentos han subido… ¡un 40%! ¿Seguro que la evolución es “buena”? Para la propaganda Sanchista sí lo es.

Vamos con el resto: junio cerró con el IPC interanual del 3,4%, dos décimas menos que en mayo (3,6%), principalmente por el abaratamiento de las gasolinas. Por cierto, se habrá abaratado la materia prima, porque los impuestos y las tasas a la gasolina y al diésel siguen elevados y representan alrededor del 40% del precio final.

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La inflación subyacente (sin alimentos frescos ni energía) se mantuvo en el 3%. En definitiva, la inflación todavía no está controlada y provoca que la mayoría de los españoles tengan más dificultades para llegar a fin de mes. Con Sánchez somos más pobres y la culpa no es de Putin. Ni del cambio climático.

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