
El precio del alquiler se encareció un 10,3% en marzo en comparación con el mismo mes del año anterior y marca un nuevo récord histórico, alcanzando los 14 euros por metro cuadrado de media, una situación que provoca que el alquiler se encuentre "herido de muerte", en palabras del portavoz de Idealista, Francisco Iñareta.
Según el estudio de Idealista, en términos trimestrales, el aumento registrado ha sido del 3,5% y en comparación con febrero los españoles pagaron en el mes de marzo un 0,5% más por el alquiler. Todas las capitales de provincia han registrado precios más elevados que hace un año, excepto Lleida, que ha reducido las rentas del alquiler en un 1%; mientras que Teruel es la capital en la que más ha crecido en un año, un 18,8%, le siguen Castellón de la Plana (16%), Santa Cruz de Tenerife (14,2%), Ávila (14,2%) y Lugo (14%).
Barcelona es la capital más cara para alquilar una vivienda, con 23,5 euros/m2 de media, seguida por Madrid (21,2 euros/m2), San Sebastián (17,7 euros/m2), Palma (17,3 euros/m2) y Valencia (15,3 euros/m2); por otro lado, en la parte baja de la tabla se sitúan Zamora (7,3 euros/m2), Ourense (7,4 euros/m2), Ciudad Real (7,4 euros/m2), Badajoz y Jaén (7,6 euros/m2 en ambos casos).
Y al igual que con la compraventa, la escasez de oferta y las erróneas políticas del Gobierno, se esconden detrás de este tesionamiento del mercado. "La oferta es la más baja que ha habido nunca, los precios marcan máximos históricos y la competencia por poder acceder a una vivienda es feroz. Sin inversores ni propietarios el mercado está condenado a desaparecer. Las medidas que se toman desde el Ejecutivo sólo contribuyen a empeorar más la situación", ha destacado el portavoz del portal inmobiliario.
Antes Juan Español luchaba por comprar un piso donde formar una familia, hoy sus hijos luchan por alquilar un piso. Y ahora, con Sánchez, se conforman con conseguir una habitación en pisos-patera, donde resulta imposible formar un hogar: está claro que progresamos mucho.
Que el precio de la vivienda se dispare es un problema, pero más grave es que el Gobierno insista en su política de topes de precios y las zonas tensionadas, cuando se ve que no funciona. A lo que hay sumar el miedo -lógico- que tienen los propietarios por la okupación. Aunque Sánchez insista en que es un bulo, parece que no lo es tanto. En cualquier caso, Sánchez promete que la ley de Vivienda ha resultado un éxito, y él nunca jamás miente.