El precio de la vivienda nueva y usada en España mantuvo en la recta final del año el impulso alcista y registró un incremento del 2,5 % en tasa trimestral (entre el tercer y cuarto trimestre), que sitúa la variación interanual en el cuarto trimestre en un 8,8 %, según los datos reflejados en la estadística Tinsa IMIE Mercados Locales publicada hoy.

La variación media de los precios en 2022 (considerando el conjunto de los cuatro trimestres) ha sido un +8,1 %, en línea con el entorno inflacionista de la economía.

El precio medio en España se encuentra un 18,7 % por debajo de los máximos de 2007, tras incrementarse un 35,7 % desde el mínimo registrado durante la crisis financiera, en el primer trimestre de 2015.

“En 2022, los ahorros de los hogares y la recuperación de la compraventa por parte de extranjeros ha mantenido en niveles altos la demanda, que se ha encontrado con una oferta limitada debido a la incertidumbre en los costes de construcción, el encarecimiento de la financiación y la inexistencia de suelo urbanizable suficiente en las zonas en que se acumula el interés de compra”, explica Cristina Arias, directora del Servicio de Estudios de Tinsa. “En consecuencia, los precios residenciales han continuado tensionados en 2022, si bien el incremento ha sido coherente con la inflación media del ejercicio, que ha estado en torno al 8,5 %”.

En opinión de Arias, se espera en 2023 una moderación de la demanda, por la combinación de una tasa de inflación todavía alta, que erosiona el poder adquisitivo de los hogares, y del cambio en la política monetaria del BCE, que encarece la financiación, factores ambos que dificultan el acceso a la vivienda.

El entorno inflacionista puede continuar favoreciendo la canalización de ahorros hacia el producto residencial

“Aun así, el entorno inflacionista puede continuar favoreciendo la canalización de ahorros hacia el producto residencial, de forma que las compraventas no se desplomarían, sino que se mantendrían en niveles cercanos a los del último año. En este escenario, la persistente limitación de la oferta mantendría el tensionamiento de los precios al alza, si bien se espera que tiendan a la estabilización a medida que se modere la demanda”, explica Arias.

Por quinto trimestre consecutivo, todas las regiones registran incrementos de precio en tasa interanual, destacando el impulso de Aragón (+12,5 %), Cantabria (+11,2 %), Asturias (+10,3 %) y Comunidad de Madrid (+8,9 %). A continuación, con intensidades comprendidas entre el 5 % y el 8 % se encuentran trece comunidades autónomas, el grueso del grupo.

En tasa trimestral, la mayoría de las regiones ha incrementado sus precios medios entre un 0,7 % y un 2,0 %. Asturias y Andalucía se desmarcan con aumentos superiores al 3 % respecto al trimestre anterior:  3,4 % y 3,3 %, respectivamente.

Los valores unitarios de vivienda más elevados se localizan en la provincia de Madrid (2.867 €/m2), Islas Baleares (2.682 €/m2) y Guipúzcoa (2.596 €/m2), seguidas de provincia de Barcelona (2.429 €/m2) y Vizcaya (2.377 €/m2), todas ellas con valores superiores al trimestre precedente. Por el contrario, la vivienda más barata corresponde a Ciudad Real (729 €/m2), Cuenca (782 €/m2) y Zamora (849 €/m2).