
Primark, en plena era de la transparencia empresarial se ha apuntado a un eufemismo al hablar de “conductainapropiada” para explicar la dimisión de su CEO, PaulMarchant. En concreto, se ha referido su “conducta inapropiada” hacia una empleada, pero queda la duda de si se trata de un caso de acoso o de qué.
En un comunicado, la cadena textil low cost irlandesa, perteneciente a Associated British Foods (ABF), ha señalado que Marchant “reconoció su error de juicio y acepta que sus acciones no cumplieron con los estándares esperados de ABF” y que pedió disculpas a la mujer en cuestión, así como al Consejo de Administración de ABF, a sus compañeros de Primark y a otras personas de la empresa. George Weston, consejero delegado de ABF, ha subrayado que está “profundamente decepcionado” y que “los compañeros y demás personas deben ser tratados con respeto y dignidad”.
George Weston, consejero delegado de ABF (la matriz de Primark), subrayado que está “profundamente decepcionado” y que “los compañeros y demás personas deben ser tratados con respeto y dignidad”
Marchant llevaba 16 años al frente de Primark. Ahora le relevará de forma interina el director financiero de ABF, Eoin Tonge; y JoanaEdwards, controller financiera del grupo, pasará a ser la directora financiera interina. Y lógicamente, la dimisión ha tenido repercusión en la cotización: cayó un 1,57% el lunes 31, aunque un día después se mueve al alza (+1,15%).
Claro que conviene referir que en los últimos tiempos, tan transparentes, también ha habido salidas similares en otras empresas. En septiembre de 2023, se vio en BP, donde el irlandés Bernard Looney dimitió como CEO por “las relaciones personales no declaradas con colegas de trabajo”, según informó la petrolera británica. Y más recientemente, a principios de este año, el portugués FilipeSilva dejó de ser el CEO de Galp por “motivos familiares”, después de que la Comisión de Ética y Conducta de la compañía le investigara por la presunta relación que mantenía con una directora de la petrolera lusa.