Juan Ignacio Entrecanales Franco y José Manuel Entrecanales Domecq, vicepresidente y presidente de Acciona, respectivamente, reciben tropiezo en bolsa este viernes
Acciona y su filial verde (Acciona Energía) sufren en bolsa este viernes, donde, en el último tramo de la sesión, sus respectivas cotizaciones caían un 3,06 y un 1,67%... al mismo tiempo que el Ibex subía un 0,92%, y al final han cerrado con desplomes del 3,01% y del 0,94%, cuatro y dos puntos por debajo del Ibex (+1,08%). Algo en lo que puede haberle influido la crisis de Nordex, que ha triplicado pérdidas y ha tenido un resultado bruto de explotación (ebitda) negativo, pues baja en bolsa al contrario que otras compañías energéticas que celebran que el Gobierno haya moderado su ambición en el impuesto a las energéticas (seguirá gravando ingresos, pero sólo los de la actividad en España y no se incluirán los regulados).
Acciona, el grupo de gestión de infraestructuras y energías verdes que controla la familia Entrecanales (la rama de los Entrecanales Franco tiene el 29,021% a través de Tussen de Grachten y la de los Entrecanales Domecq, el 26,101% a través de Wit Europese Investering) ha emitido el informe de tendencias de negocio del tercer trimestre, volviendo a hacer gala de esta falta de transparencia que permite la CNMV. Y es que no da datos de beneficio neto, ingresos y ebitda, aunque sí destaca que su cartera de infraestructuras alcanza los 20.230 millones de euros al cierre de septiembre, siendo un 11,8% superior a la del cierre de 2021 y a la registrada en el primer trimestre (19.602 millones), pero inferior a la del primer semestre (20.580 millones). Mientras en energía, la producción consolidada ha tenido un ligero descenso (-0,4%) a 14.530 gigavatios hora (GWh), pero el precio medio se ha disparado un 63,7% a 111,5 euros/megavatio hora; y en otros negocios, destaca la caída de los activos bajo gestión de Bestinver en un 26%, a 5.206 millones.
La cartera de infraestructuras de Acciona alcanza los 20.230 millones de euros al cierre de septiembre, siendo un 11,8% superior a la del cierre de 2021 y a la registrada en el primer trimestre (19.602 millones), pero inferior a la del primer semestre (20.580 millones)
No obstante, el grupo que preside José Manuel Entrecanales Domecq mantiene que cerrará el año con un crecimiento del ebitda “sólido de doble dígito”, a pesar de “una menor contribución operativa del negocio de energía en el segundo semestre relativa al primer semestre, debido principalmente a los menores precios medios en España resultantes del tope al gas”. Asimismo, prevé que la deuda neta financiera aumente por el mayor esfuerzo inversor, aunque mantendrá un ratio de deuda neta sobre ebitda en niveles similares a los de 2021. Además, ha destacado que entre enero y septiembre, la evolución continúa siendo positiva “en líneas generales con las expectativas” sin cambios significativos respecto a los resultados del primer semestre.
Paralelamente, Acciona Energía ha señalado en su informe de tendencia que ha cerrado el tercer trimestre con 11.400 megavatios (MW) de potencia instalada, tras añadir 227 MW nuevos, y de los que 5.800 MW están en España y 5.600 MW fuera de nuestro país. Asimismo, tiene 2.392 MW en construcción, destacando un proyecto eólico en Australia y otros fotovoltaicos en EEUU, y espera que aquí se aceleren las declaraciones de impacto ambiental (DIA) para elevar el volumen de construcción y de contratos de compraventa de energía a largo plazo (conocidos como PPA).
Respecto al nuevo impuesto a las energéticas, que el Gobierno moderará un poco respecto a su ambición inicial, recuerden que en la última Junta de Acciona, José Manuel Entrecanales barrió para casa y reclamó que las renovables se libren del nuevo recargo fiscal a las eléctricas. Pero al final, no ha tenido éxito en su petición, y en bolsa mientras otras energéticas han tenido subidas de cotización, Acciona y Acciona Energía han sido de las pocas del Ibex 35 que han tenido caídas. Además, desde el grupo se ha referido que dicho impuesto “contrasta con la contribución solidaria temporal acordada por los Estados Miembros que está ideada para gravar los beneficios extraordinarios del sector de los combustibles fósiles (petróleo, gas natural, carbón, y el sector de refino)”.