
¡Qué oportunos los noruegos! El gobierno que dirige el primer ministro noruego, Jonas Gahr Store, pide a Navantia más de 1.000 millones de euros por el hundimiento de una fragata en 2018, la cual chocó contra un petrolero cerca de las costas del país.
Gahr Store no sólo es el primer ministro noruego, sino el líder del Partido Laborista en su país, y se vio con Pedro Sánchez, por ejemplo, en la cumbre de la OTAN que se celebró el pasado julio en Washington DC (EEUU). Ahora el gobierno noruego, a través de su Ministerio de Defensa (el cual dirige Tore O. Sandvik), ha reclamado al astillero público español más de 1.000 millones por el hundimiento de la fragata ‘Helge Ingstad’, según informa Teknisk Ukeblad. Eso sí, no le culpa de la colisión con un petrolero, ¡faltaría más!
La reclamación noruega supone un nuevo revés para el astillero público español que preside el ingeniero agrónomo Ricardo Domínguez desde el 6 de abril de 2021. Nació en Madrid, pero estudió en la Universidad de Córdoba y ha trabajado en el sector privado y público, sobre todo en este último, empezando por el de la provincia de Córdoba y pasando después a otros cargos de la Junta de Andalucía y del Gobierno. Recuerden que Navantia es propiedad al 100% de la SEPI, que está presidida por la granadina Belén Gualda, y este holding público empresarial depende del Ministerio de Hacienda que dirige la sevillana María Jesús (Marisu) Montero.
Navantia es la gran empresa pública dedicada a Defensa en España, junto a la semipública Indra (donde la SEPI posee el 27,99% del capital), y se dedica a: la construcción y reparación de buques, fragatas, portaaeronaves, submarinos y patrulleros. La reclamación noruega supone no sólo un revés para el astillero público español, sino un golpe a su reputación (la cual ya se vio afectada por la mala fama sobre la calidad de sus submarinos, principalmente, el S-80, que hace más de una década no flotaba... y eso llevó a que se retrasaran aún más años sus primeras entregas), y encima llega justo cuando podría empezar a sacar la cabeza fuera del agua de los números rojos aprovechando el contexto de reame europeo, pese a que el término no guste a Pedro Sánchez. ¡Qué oportuno! Y no olviden que en materia de Defensa, ahora está teniendo más papel el ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, que la titular del ramo, Margarita Robles, y también está teniendo un papel destacado la secretaria de Estado de Defensa, Amparo Valcarce.
La reclamación noruega supone no sólo un revés para el astillero público español, sino un golpe a su reputación
La fragata ‘Helge Ingstad’ formaba parte de la flota de la clase ‘Fridtjof Nansen’, construida en los astilleros de Ferrol (La Coruña) y similar a la clase F-100 de la Armada Española. Sin embargo, el gobierno noruego no sólo pide una elevada cantidad de dinero, sino que se ha quejado de que la construcción del buque no fue del todo correcta porque sus fragatas tienen ejes de hélice huecos que permitían el flujo de agua entre las secciones estancas, no como en el caso de la clase F-100 (donde no se permite la entrada de agua). Ahora el objetivo es llegar a un acuerdo vía mediación… e incluyendo dinero, por supuesto, y si no habrá un juicio a partir del próximo 23 de septiembre.
Otro disgusto para Navantia de un país que no es Estado miembro de la Unión Europea. Recuerden que el pasado enero se vio ‘obligada’ a comprar los astilleros británicos Harland & Wolff... para salvar la construcción de tres buques y ahora recibe una milmillonaria reclamación de Noruega. No hay que olvidar que el astillero público español no está para tirar cohetes: cerró 2023 con pérdidas de 121,85 millones (+25,7%), los ingresos sólo crecieron un 7%, a 1.434 millones, y registró atasco de producción… ante una cartera de pedidos acumulada de 8.214 millones. Domínguez aún no ha logrado la vuelta a beneficios, y no parece que lo haya logrado en 2024, aunque aún habrá que esperar unos meses para conocer las cifras. Por ahora, se sabe que la planta de Cádiz capital ha sido la única que ha terminado 2024 sin números rojos, como informó Diario de Cádiz, mientras que los astilleros de Ferrol, Cartagena, San Fernando y Puerto Real han tenido pérdidas. Y por cierto, no hay que olvidar que Navantia ha presumido de salvar 1.000 empleos en Reino Unido con la compra de Harland & Wolf, a pesar de que ha encadenado diversos EREs en nuestro país entre los años 2019 y 2022.