AstraZeneca sacó -en colaboración con la Universidad de Oxford- la primera vacuna contra el Covid-19, basada en el vector viral (en la inyección del propio virus)
Hace un mes aproximadamente, Hispanidad informó de que el Tribunal Regional Superior de Bamberg (Alemania) había sentenciado que el laboratorio británico AstraZeneca tendría que revelar el número de casos de trombosis que se hubiesen producido en pacientes que fueron vacunados con su vacuna contra el Covid-19. El tribunal alemán también sentenció que AstraZeneca debería hacer públicos los efectos secundarios adversos de su vacuna, para la "evaluación de la aceptabilidad de los efectos nocivos", tras una denuncia de una mujer de 33 años que padeció una grave trombosis de las venas intestinales.
Este caso en Alemania sigue en curso. Pero, si finalmente, el juez alemán considera probado que la vacuna de Astrazeneca efectivamente causó efectos secundarios como los antedichos, podrá sentenciar indemnizaciones millonarias a cargo del laboratorio británico para los afectados.
Cabe recordar que AstraZeneca sacó -en colaboración con la Universidad de Oxford- la primera vacuna contra el Covid-19, basada en el vector viral (en la inyección del propio virus, es decir, una vacuna similar a las de toda la vida), comercializada bajo los nombres de Covishield y Vaxzevria.
Mientras que otras farmacéuticas como Pfizer-BioNTech o Moderna utilizaron otro método, el denominado Vacuna de ARN mensajero (ARNm), basado en la producción de proteínas por parte de las células, proteínas capaces de combatir el virus. En el caso de estas vacunas ARN, se desconocen todavía los posibles efectos secundarios que hayan podido producirse.
Pues bien: la noticia de hoy es que, en Reino Unido, AstraZeneca ha reconocido por primera vez que su vacuna contra el coronavirus puede tener como efecto secundario el síndrome de trombosis con trombocitopenia (TTS), que puede provocar coágulos en los vasos sanguíneos, con el consiguiente riesgo que ello conlleva.
Eso sí, según ha añadido el laboratorio británico en una notificación remetida al Tribunal Superior de Justicia de Inglaterra y Gales, "se admite que la vacuna AZ puede, en casos muy raros, causar TTS. Se desconoce el mecanismo causal".
En el caso del Reino Unido, el laboratorio ha tenido que hacer frente a una demanda interpuesta por 51 víctimas, las cuales le reclaman a la farmacéutica hasta 100 millones de libras como indemnización.
Ahora bien, si con las vacunas ADN, AstraZeneca ya reconocen que tienen efectos secundarios (hace dos años, te atrevías a hablabar de trombos producidos por las vacunas Covid y te llamaban negacionista, conspiranoide o simplemente asesino) no digamos las vacunas ARN mensajero, de las que Pfizer fue la que más vendió y que, como novedad, se desconoce absolutamente todo sobre sus posbiles efectos secundarios... aunque no son pocas las sospechas.