El italiano Luca de Meo sigue avanzando en el plan estratégico 'Renaulution', donde se prioriza el valor al volumen
Renault ha iniciado el tercer capítulo del plan estratégico ‘Renaulution’ (en concreto, el de la revolución, tras los de la resurrección y la renovación), en su día del inversor, pero lo ha hecho con dudas de los inversores, pues la cotización cae un 3%. Esta ha sido la reacción ante el anuncio de que se crearán cinco unidades de negocio y una de ellas (la de coches eléctricos y software) saldrá a bolsa en el segundo semestre de 2023. Y llega después de que hace poco más de dos semanas, tras presentar datos de facturación y ventas, tampoco obtuviera premio bursátil, aunque el CEO, Luca de Meo, espera una pronta revalorización.
Parece que el fabricante automovilístico francés se ha decidido por el ‘esquema Villalonga’, que aplicó Juan Villalonga cuando presidía Telefónica bajo el principio infundado y anglosajón de que la suma de las partes valen más que el todo. Y al mismo tiempo quiere sacar más provecho en bolsa, algo en lo que ha podido influir el buen debut bursátil que ha tenido la marca Porsche (propiedad del holding del mismo nombre y que ya no cotiza dentro del grupo Volkswagen), que se ha revalorizado casi un 21%.
Transforma su cartera de negocios, lo que “nos permitirá mejorar nuestros resultados financieros, apuntando a la rentabilidad, a la generación de free cash flow y al rendimiento del capital empleado al mejor de los niveles”, ha señalado Luca de Meo
Renault empieza su revolución con la ambición de ser un grupo de Nueva Generación y para ello ha decidido transformar su cartera de negocios para explotar cadenas de valor estructuralmente más rentables, en cinco divisiones con equipos especializados y dirección y cuenta de resultados propias. Esto “nos permitirá mejorar nuestros resultados financieros, apuntando a la rentabilidad, a la generación de free cash flow y al rendimiento del capital empleado al mejor de los niveles”, ha señalado el CEO, el italiano Luca de Meo. “Al entrar en cadenas de valor estructuralmente más rentables, transformará nuestro mix de actividades y creará valor. Impulsado por negocios crecientes y generadores de tesorería, nuestro plan es ambicioso, pero también realista a la luz del actual entorno macroeconómico”, ha añadido.
Entre las cinco unidades de negocio, destaca Ampere, empresa de coche eléctrico y software y la primera de su clase que nace de la disrupción de un fabricante de coches tradicional. Esta saldrá a bolsa y contará con la inversión de Qualcomm Technologies, que amplia su cooperación estratégica a largo plazo con Renault a la nueva compañía. Así, la combinación de ambas experiencias, permitirá al grupo automovilístico francés “proporcionar una plataforma de vehículos definida por software que será escalable, competitiva e innovadora para impulsar el ecosistema de servicios y ofrecer valor”, ha destacado De Meo.
Quiere crear un proveedor líder mundial de tecnologías de motores de combustión e híbridos junto a Geely: agrupará 17 fábricas de motores y transmisiones (entre ellas, la de motores de Valladolid y la de cajas de cambio de Sevilla) y cinco centros de I+D+i (tres en Europa -situados en España, Rumanía y Suecia- y otros en China y Sudamérica), empleando a 19.000 personas
Renault no renuncia a coches de combustión e híbridos de bajas emisiones, porque supondrán el 50% de las ventas mundiales de turismos hasta 2040: lanzará una gama nueva de las marcas Renault y Dacia, y también de vehículos comerciales ligeros, además de crear un proveedor líder mundial de tecnologías de motores de combustión e híbridos. Este último es el proyecto Horse, del que venderá el 50% a los chinos de Geely (principales accionistas de Volvo Cars y de Volvo Group): agrupará 17 fábricas de motores y transmisiones (entre ellas la de motores de Valladolid y la de cajas de cambio de Sevilla) y cinco centros de I+D+i (tres en Europa -situados en España, Rumanía y Suecia- y los restantes en China y Sudamérica), empleando a 19.000 personas. El proyecto Horse tiene como objetivo generar ganancias de productividad, reducir los costes fijos y mejorar significativamente el balance, generando un volumen de negocio de más de 15.000 millones de euros y duplicando su tamaño y cobertura de mercado gracias al impulso de la expansión geográfica en Norteamérica y China.
El fabricante automovilístico francés tampoco renuncia a la marca exclusiva Alpine, de cero emisiones y que incluye el equipo de Fórmula 1 (en el que hasta ahora ha tenido pocas alegrías y encima perderá al piloto español Fernando Alonso). Asimismo, apuesta por los nuevos mercados de movilidad, energía y servicios de datos a través de la empresa de servicios financieros Mobilize y por la economía circular con The Future Is Neutral, cuyo capital abre de forma minoritaria a inversores externos para cofinanciar las inversiones. Además, amplía su asociación con Google gracias a nuevos acuerdos por los que este último se convierte en su proveedor principal de servicios en la nube y con los que busca que el software defined vehicle reúna lo mejor del mundo del automóvil y del mundo digital ofreciendo nuevos servicios a la carta y permitiendo la actualización continua de los vehículos.