Casi dos años después y tras el ERE de más de 5.000 empleados, la integración con Bankia todavía debe mejorar
Ayer, después de repasar los excepcionales resultados del Santander y BBVA, trataba de hacer una proyección de cómo deberían ser los que nos esperaban para este viernes, por parte de la entidad catalana presidida por Gonzalo Gortázar. Caixabank viene de una fusión en el pasado ejercicio con Bankia, por lo que la comparativa refleja los efectos de dicha fusión, pero la principal diferencia reside en que en Caixabank es irrelevante la presencia en mercados fuera de la CEE y, como hemos visto, ha sido en estos mercados donde ha resultado más importante la influencia positiva de los aumentos en los tipos de interés en las cuentas de resultados. Ayer lo vimos en el Santander.
Para una mejor comprensión de los datos presentados hoy, la comparativa la estableceremos sobre los datos del 2021 excluyendo los 2.867 millones de euros (M€) netos generados por extraordinarios de la fusión. Así el resultado obtenido al cierre del ejercicio 2022 ha sido de 3.145M€, un 33,3% superior al ejercicio precedente, (-39,8% contable).
Como hemos visto en las presentaciones de las otras cuentas de entidades financieras, la relevancia que ha vuelto a tener el giro alcista de los tipos de interés es capital, y la importancia de los ingresos se ha vuelto a trasladar al margen de intereses que crece un 15,7% hasta los 6.916M€, como consecuencia principal del aumento en 36 p.b. del diferencial de clientela y de 50 p.b. en los créditos concedidos. Y aún no se ha trasladado el total de los incrementos de tipos, por lo que veremos alguna sorpresa más en los resultados del primer trimestre del 2023. Las comisiones netas crecen un 8,2% hasta los 4.009M€ gracias a la banca mayorista, los ROF, un 53,8% y los ingresos por seguros 866M€ (+33,1%) debido a la consolidación al 100% de Bankia Vida. La partida de otros ingresos/gastos de explotación (-963M€) crece un 7,8% por la principal partida que son las aportaciones al Fondo de Garantía de Depósitos (FGD) y al Fondo Único de Resolución (FUR), que significan el 61% del total.
El margen bruto de la cuenta se ha incrementado en un 12,8% interanual hasta los 11.594M€.
Los costes de explotación han ascendido a 6.070M€ lo que representa un incremento del 1,5% interanual. Se ha de tener en cuenta la reducción del 8,1% de los gastos de personal por la reducción de plantilla en el marco de los acuerdos de fusión y otra reducción del 5,9% en gastos generales por las “sinergias” generadas por la fusión. Con todo, el ratio de eficiencia se sitúa en el 50,2%, que comprenderán no es una cifra para lanzar cohetes en comparación con los 43/45% vistos hasta ahora en otras cuentas y que ponen de manifiesto que aún le queda mucho recorrido al resultado de esta fusión para alcanzar niveles de rentabilidad homologables a la banca que pretenden ser.
Hacernos eco de una de las consecuencias de la fusión, que deja una pérdida de 5.137 empleados en la entidad resultante, un 10,32 en términos porcentuales y el cierre de 913 oficinas, un 17,2% de las 5.317 acumuladas por la fusión
Por lo que se refiere a la gestión del riesgo, el total del crédito a la clientela se ha situado en 361.323M€ lo que supone un crecimiento interanual del 2,4% gracias al crecimiento del crédito al consumo en un 3,2%, ya que el crédito para adquisición de viviendas desciende un 0,5%, otras finalidades un 2,7%, y el crédito a empresas registra un crecimiento del 7%. El crédito dudoso asciende a 10.690M€ un 27,5% inferior al registrado en el ejercicio precedente, lo que deja un ratio de morosidad del 2,7%, 0,9p.b. inferior al registrado en el ejercicio precedente. Con unas provisiones para insolvencias de 7.867M€ que incrementan la cobertura de la morosidad en un 11% hasta un 74% de su total y que supone un 11% más que la registrada al cierre del ejercicio 2022 y que la sitúa en una de las coberturas prudenciales más altas del sistema. El reflejo en la cuenta de resultados de las provisiones por insolvencias al final del ejercicio 2022 fue de 982M€ un 17,3% superior al ejercicio precedente. El coste del riesgo se sitúa en un 0,25% lo que representa una cifra sensiblemente inferior a la registrada en las entidades de sus volúmenes vistas hasta la fecha.
Observamos un importante descenso de los activos líquidos totales de 29.338M€ lo que ha hecho rebajar la ratio LCR del 336% al 194% en términos interanuales. La ratio actual se encuentra dentro de los márgenes razonables y, sobre todo, cumple con los límites marcados por el regulador, pero el brusco descenso seguramente propiciado por la fusión merece una aclaración en cuentas públicas. De la misma forma se registra una ligera rebaja del ratio de solvencia CET1 en un 0,3% aunque el 12,8% que mantiene se encuentra dentro de los limites más que razonables.
Por último, hacernos eco de una de las consecuencias de la fusión, que deja una pérdida de 5.137 empleados en la entidad resultante, un 10,32 en términos porcentuales y el cierre de 913 oficinas, un 17,2% de las 5.317 acumuladas por la fusión.
Parece que el mercado al cierre de este artículo tiene la misma impresión que este observador: no siempre uno más uno es igual a dos, en especial cuando se trata de la agregación de dos “grandes” entidades financieras. Salvo mejores opiniones en este caso, a mi parecer, en Caixabank, el resultado de la agregación está más cerca de uno, si me apuran de momento escaso, sobre todo con la bajada del 4,3% de su cotización, y en especial después del anuncio de un pay out del 55% de su resultado, lo que supondrá distribuir 1.700M€ entre sus accionistas.
Aún faltarán algunos más para cumplir las promesas de su plan estratégico 22/24 en el que se comprometió a repartir 9.000M€ entre su accionariado. Ya solo faltan 7.300M€, ¿no?.