Enagás mantiene unos flojos resultados también en 2022, un año extraordinario por la guerra en Ucrania en el que el sistema gasista español ha funcionado a pleno rendimiento
Continuando con el avance en las presentaciones de resultados al cierre de 2022 de las sociedades del Ibex 35, este martes ha llegado el turno de la operadora del sistema gasístico español, Enagás. En un ejercicio caracterizado por una gran volatilidad de los mercados energéticos como consecuencia de la situación socio-política derivada de la situación bélica en Ucrania, se erigió como clave para asegurar el suministro de gas a España y al resto de la Unión Europea a través de las interconexiones con Francia, país que recibió un récord histórico de exportaciones de gas (35 teravatios hora -TWh-); los embarques de gas natural licuado (GNL) en buques que se incrementaron en un 45%; y el aumento en las descargas de buques (+33%). Todo ello gracias a la alta capacidad regasificadora de la compañía, que podíamos decir se convirtió en un “hub” clave para asegurar el suministro de gas al resto de Europa en los momentos más complicados de la crisis de suministros del gas soviético.
Por lo que se refiere a los resultados, la compañía dirigida por Arturo Gonzalo desde hace un año, como él mismo ha recordado a los periodistas en la rueda de prensa, ha obtenido un beneficio después de impuestos de 375,8 millones de euros (M€) en 2022, un 6,9% inferior al obtenido en 2021. Eso sí, se considera dentro del objetivo de su plan estratégico para el ejercicio, que cifraba una horquilla de resultado neto entre 380 y 390M€ y contemplaba el resultado de la venta del gasoducto Morelos, que se verá materializada en los cuatro primeros meses del presente ejercicio y generará una plusvalía de unos 40M€.
El beneficio después de impuestos de 375,8M€ está dentro del objetivo del plan estratégico (380-390M€) y que incluía la venta del gasoducto Morelos, la cual se materializará en los cuatro primeros meses de este año y generará una plusvalía de unos 40M€
Los ingresos por actividades reguladas se han reducido un 1,8%, hasta los 950,4M€ como consecuencia de la aplicación del marco regulatorio 2021-2026 (-45,1M€) a pesar del aumento de la demanda y de las exportaciones de gas en un 4,4% en Europa, como consecuencia de la mayor demanda registrada para la generación eléctrica (+52,7%, sobre todo por las exportaciones de luz a Francia y Portugal, y la climatología), pues la demanda convencional (la cual suma la industrial y la doméstica) bajó un 21,4%. Esta reducción de ingresos se vio compensada parcialmente en aproximadamente 38M€ de la remuneración de gastos auditados por la repercusión de las diferencias de cambio en función de las áreas donde se produjeron. El total de ingresos ascendió a 970,3M€, siendo un 2,1% inferiores a los del ejercicio 2021.
Los gastos operativos crecieron un 19,4%, hasta los 374,1M€, donde además del impacto del notable incremento de la inflación registrada, se añadieron 10M€ por gastos de ajustes de plantilla y unos 38M€ por mayores costes de electricidad y de coste por emisiones de CO2. Recuerden que esos mayores gastos de ajustes de plantilla se deben a que Arturo Gonzalo puso en marcha un redimensionamiento del equipo directivo, que costó 9M€, pero supuso un “ahorro recurrente de 5M€”, según ha explicado en rueda de prensa.
El Resultado de Sociedades Participadas se ha visto reducido en un 7,5% en relación con el ejercicio anterior y se ha situado en 201,2M€, aportando el 39% del resultado total, frente al 40% de 2021 y el 20% que supuso en 2020, y se ha visto impulsado principalmente por el buen comportamiento de las filiales TGP y TAP. Hay que tener en cuenta la salida del perímetro de GNL Quintero por su venta (que al final ha sido por importe de 639M€ y ha generado unas plusvalías netas de 135M€) y también la reclasificación del gasoducto Morelos como activo mantenido para la venta. Y por cierto, recientemente, ha elevado su participación en TAP al 20%, dentro de la reorientación de su foco estratégico hacia Europa.
El Resultado de Sociedades Participadas se ha reducido en un 7,5%, a 201,2M€, aportando el 39% del resultado total, frente al 40% de 2021 y el 20% que supuso en 2020, y se ha visto impulsado principalmente por el buen comportamiento de las filiales TGP y TAP. Por su parte, el ebitda baja un 10,9% por los menores ingresos y los mayores costes
El ebitda ha sido de 797,4M€, viéndose reducido en un 10,9% respecto al ejercicio anterior. Esto se ha debido tanto a la reducción de ingresos en un contexto de cambio regulatorio como al incremento de costes por la repercusión de la inflación en todos los países en los que opera.
El resultado financiero se ha situado en 48,2M€, -83,4M€ respecto al ejercicio precedente y contempla: 205M€ de ingresos por la venta de la participación en GNL Quintero, 50,4M€ por la venta del 40% de Enagás Renovable (30% a Hy24, una joint venture de Ardian y FiveT Hydrogen; 5% a Pontegadea y 5% a Navantia) y un impacto negativo de 133,8M€ por los deterioros registrados de Tallgrass Energy. Esta última es una compañía estadounidense que ha sido calificada por el CEO de Enagás como “activo interesante” pero no estratégico a largo plazo y no descarta una posible venta.
Por lo que se refiere a los fondos generados, decir que el flujo de caja operativo ha ascendido a 847,4M€, siendo un 14,5% superior, a pesar de que el ebitda, como hemos visto, se redujo en un 10,9%. El incremento se debe sobre todo a la variación del capital circulante, que se ha elevado a 235,3M€ por la alta utilización de las estructuras del sistema gasista español, especialmente las plantas regasificadoras, que a la postre han resultado claves en el suministro de gas a toda Europa y que han generado importantes liquidaciones por su utilización. Las inversiones netas han ascendido a 548,6M€ y el pago de dividendos produjo una salida de caja de 446,7M€, además de destinar 1.519,7M€ para la amortización de deuda. El efectivo al cierre de 2022 ascendió a 1.359,3M€, un 5,7% inferior al del ejercicio 2021.
El flujo de caja operativo ha ascendido a 847,4M€ (+14,5%), pese a menor ebitda, gracias a que el capital circulante se ha elevado a 235,3M€ por la alta utilización de las estructuras del sistema gasista español, especialmente las plantas regasificadoras. Así, se han podido realizar inversiones, pago de dividendos y reducir deuda a 3.469M€
La deuda neta se ha reducido en un 18,9%, hasta los 3.469M€, deuda que en su 80% es a tipo fijo, lo que permitirá a corto plazo evitar el aumento de costes por la deuda que como consecuencia del aumento de tipos de interés sería de esperar. Una evolución positiva, según Gonzalo, gracias a al buen comportamiento del capital circulante por la facturación extraordinariamente alta del sistema gasista español.
El mercado, al cierre de este articulo, parece dar por bueno el resultado obtenido en el ejercicio 2022 y la proyección de futuro de la compañía que garantiza un incremento del dividendo del 1% en el 2022 hasta 1,72€, y hasta 1,74€ para el 2023, además de marcar un suelo de 1,74€ hasta el ejercicio 2026, con una subida del 0,62% en su cotización, frente a un Ibex 35 en rojo (-0,42%). Parece que el mercado ha dado por malos los augurios de ilustres accionistas como el fondo BlackRock y otros fondos de pensiones de Canadá y Francia, que hace una semana tomaron importantes posiciones bajistas en previsión de que la reducción de ingresos de Enagás produjese una bajada en su cotización.
Arturo Gonzalo también ha hecho hincapié en la posición de la compañía en la polémica creada por la bidireccionalidad del hidrogenoducto H2Med, que se situará entre Barcelona y Marsella, y la pretensión francesa de exportar a través de este el hidrógeno rosa (es decir, el producido con energía nuclear). El CEO de Enagás ha dejado muy claro que no se trata de un problema técnico, si no de que en el acuerdo firmado con el resto de gestores solo se contempla la exportación unidireccional entre Barcelona y Marsella de hidrógeno renovable (o sea, el verde).