Naturgy va bien en resultados y en previsiones para el conjunto del año / Foto: Pablo Moreno
Naturgy da argumentos a los fondos CVC y BlackRock (que tras comprar GIP -con el permiso del Gobierno-, ha elevado su participación) para quedarse en el accionariado. Lo ha hecho a través de los resultados de los nueve primeros meses, que han reflejado una evolución similar a la de 2023, y mejor fuera que dentro de España... donde se nota el menor precio de la luz.
Recuerden que hace unas semanas, CVC (representado en España por Javier de Jaime) volvía a hablar de trocear la energética, aunque ya no tenía el apoyo de BlackRock, que ahora se conforma con un dividendo alto. Un troceo al que también se apuntaba IFM, tras su segunda ‘traición’ (viajó a Abu Dabi para aliarse con Taqa y destronar a Criteria Caixa como primer accionista, lo que provocó la ruptura entre emiratíes y Criteria). La primera ‘traición’ del fondo australiano se dio hace tres años, cuando lanzó una OPA y Criteria les contactó, pero ni respondieron ni quisieron recibirles,... OPA que, por cierto, al final no triunfó y sólo permitió que entraran en Naturgy como cuarto accionista, además, les ha salido muy caro elevar su participación al 16% con compras de acciones posteriores. Eso sí, no hay que olvidar las tres condiciones del Gobierno que molestan a los fondos: seguir cotizando en bolsa, no trocear y nada de dividendos extraordinarios.
Cuando se presentaron los resultados del primer semestre, el presidente ejecutivo de Naturgy, Francisco Reynés, ya advirtió que “el que quiera entrar o subir en el capital, bienvenido, y el que quiera salir, pues buena suerte”, coincidiendo con los deseos de CVC y GIP/BlackRock de irse, y la posibilidad de que Sonatrach, la empresa estatal argelina de hidrocarburos, pudiera elevar su participación (la cual es del 4%). Ahora, en plena elaboración del nuevo plan estratégico que se presentará al mercado el próximo febrero, Naturgy ha logrado un resultado bruto de explotación (ebitda) de 4.292 millones de euros entre enero y septiembre, en línea con el del mismo periodo del año pasado (4.300 millones), y un resultado neto de 1.580 millones. Asimismo, ha confirmado sus previsiones de cerrar el año con un ebitda superior a los 5.300 millones y un resultado neto por encima de los 1.800 millones, cifras que de cumplirse serían algo menores a las obtenidas en 2023 (5.475 millones y el récord de 1.986 millones, respectivamente).
Las inversiones hasta septiembre se han situado en 1.444 millones, lo que supone el 40% de la caja generada antes de impuestos y tributos. Principalmente se han destinado a redes (560 millones) para mejoras y digitalización, y a renovables (677 millones), permitiendo incrementar la capacidad instalada hasta unos 7 gigavatios (GW)
Por su parte, las inversiones entre enero y septiembre se han situado en 1.444 millones, lo que supone el 40% de la caja generada antes de impuestos y tributos. Principalmente se han destinado a redes (560 millones) para mejoras y digitalización, y a renovables (677 millones), permitiendo incrementar la capacidad instalada hasta unos 7 gigavatios (GW); y entre los 207 millones restantes figuran proyectos de biometano (donde ya cuenta con tres plantas operativas y más de 50 en fase de desarrollo o construcción) e hidrógeno. De cara al conjunto del año, Naturgy ha actualizado la cifra de inversiones a en torno 2.400 millones, dentro del nivel ordinario previsto en un principio, aunque por temas de plazos y retrasos en la obtención de permisos de proyectos se materializarán 1.000 millones en el cuarto trimestre.
La deuda neta ha cerrado septiembre por debajo de los 12.000 millones, lo que supone un ratio de 2,2 veces el ebitda, frente a la de Endesa (10.402 millones) e Iberdrola (46.697 millones). Asimismo, Naturgy ha actualizado la previsión de deuda para el conjunto del ejercicio en torno a 12.800 millones, lo que de cumplirse supondría un ligero incremento frente a la de 2023 (12.090 millones) y 2022 (12.070 millones).
Respecto al impuestazo energético, que el Gobierno quiere convertir en permanente (la penúltima vez en boca del ministro de Economía, Comercio y Empresa, Carlos Cuerpo, en la rueda de prensa del último Consejo de Ministros, donde aludió a los elevados beneficios de energéticas y bancos), Naturgy ha tenido una postura más discreta que Repsol y Cepsa (ahora Moeve) -que ya han hablado de trasladar y congelar inversiones en España- y ha señalado en su comunicado su compromiso con la sociedad a través del desembolso de 740 millones entre impuestos y tributos. En concreto, en impuestos sobre los beneficios -recuerden que el impuestazo grava el 1,2% de los ingresos-, soportó en su actividad global un tipo efectivo de entre el 25 y el 27% en los últimos dos años, y del 23-26% en el caso de su actividad en España. Una información que llega justo un día después de que Reynés (que ahora también es el presidente de turno del Club Español de la Energía -Enerclub-) pidiera “políticas que incentiven la inversión” y un marco estable incluyendo estabilidad regulatoria y estabilidad fiscal.
Naturgy señala que ha desembolsado 740 millones en impuestos y tributos hasta septiembre... y que en impuestos sobre los beneficios soportó un tipo efectivo del 25-27% los dos últimos años (del 23-26% en España)
Y por cierto, el Gobierno aún no ha logrado convertir el impuestazo energético y el de la banca en permanentes... por la falta de apoyos políticos. En especial de Junts y del PNV: los nacionalistas catalanes se sintieron engañados y se cabrearon con el Ejecutivo cuando se enteraron de que los nacionalistas vascos volvían a intentar que País Vasco y Navarra se hicieran con su gestión y recaudación, como ya lo intentaron en diciembre del año pasado.