Naturgy ha cerrado el ejercicio 2024 con un beneficio neto de 1.901 millones de euros, lo que supone un 4,3% menos respecto a 2023, cuando registró 1.986 millones. Este descenso estuvo en línea con la menor contribución de sus actividades liberalizadas, especialmente en la gestión de energía y comercialización, que vieron reducirse sus márgenes tras un periodo de máximos históricos. Sin embargo, el grupo energético logró compensar parcialmente este impacto gracias al crecimiento de las actividades reguladas y a su estrategia de eficiencia operativa.

En bolsa, la cotización se ha visto afectada en 2024 por factores externos, como las negociaciones entre su primer accionista, CriteriaCaixa, y la energética emiratí Taqa, así como su exclusión de los índices MSCI. Aunque Naturgy logró mantener su hoja de ruta estratégica, asegurando contratos clave como el acuerdo de precios con la empresa estatal argelina Sonatrach (que además es accionista de Naturgy al poseer un 4,1% del capital) para 2024. Teniendo esto en mente, en el día de hoy, las acciones de la compañía han experimentado un repunte del 4,8%. Este comportamiento positivo se atribuye, en parte, al nuevo plan estratégico 2025-2027 presentado, que incluye inversiones de 6.400 millones hasta 2027 y una oferta pública de adquisición (OPA) voluntaria para adquirir hasta el 10% de su capital social, con el objetivo de mejorar la liquidez de sus acciones y retornar a los principales índices bursátiles (en especial al MSCI).

El resultado bruto de explotación (ebitda) de la energética que dirige Francisco Reynés ha alcanzado los 5.365 millones, un 2% inferior al de 2023, reflejando la presión sobre los ingresos por la normalización de los precios energéticos tras la volatilidad de los últimos años. A pesar de este ajuste, la compañía ha mantenido una estructura equilibrada entre sus negocios regulados y liberalizados, con el 53% de su ebitda procedente de redes y el 47% de mercados de energía. Por segmentos, las redes de distribución han tenido un comportamiento sólido, con un crecimiento del 8,9% en su ebitda, alcanzando los 2.872 millones, impulsado por el negocio eléctrico en España e Hispanoamérica, y por las revisiones regulatorias favorables en Panamá y Argentina. El negocio de generación renovable ha experimentado un incremento del 8,9% en ebitda, alcanzando los 576 millones, gracias a la entrada en operación de nueva capacidad en España, Australia e Hispanoamérica. A cierre de 2024, la capacidad instalada renovable del grupo se ha situado en 7,3 gigavatios (GW), y a los que se añaden 1,6 GW en construcción, lo que refuerza su compromiso con la transición energética.

A cierre de 2024, la capacidad instalada renovable del grupo se ha situado en 7,3 gigavatios (GW), y a los que se añaden 1,6 GW en construcción

En contraste, los mercados de energía sufrieron un descenso del 13,8% en su ebitda, situándose en 2.542 millones, debido a la reducción de márgenes en comercialización y a la menor contribución de la gestión de energía. La generación térmica en España también se ha visto impactada, con una caída del 30,3% en su ebitda, por la menor producción y la reducción del hueco térmico en el mix energético.

Los ingresos consolidados de Naturgy han sido de 19.267 millones, lo que supone un descenso del 14,8% respecto al año anterior, atribuido a la normalización de los precios del gas y la electricidad en comparación con los niveles extraordinariamente altos de 2023.

A pesar del contexto desafiante, Naturgy ha mantenido un alto nivel de inversión, con un capex de 2.280 millones, un 17% inferior al de 2023, cuando fue de 2.747 millones. La mayor parte de estas inversiones se han dirigido a infraestructuras renovables y redes de distribución.

El grupo energético mantiene su foco en la transición energética, con un plan estratégico basado en la expansión de las energías renovables y el desarrollo del gas renovable (en concreto, del biometano). Actualmente, la compañía lidera el desarrollo del biometano en España y ha establecido una alianza con Hispania Silva para construir hasta 30 plantas de biometano antes de 2030.

Mantiene su foco en la transición energética, con un plan estratégico basado en la expansión de las energías renovables y el desarrollo del gas renovable (en concreto, del biometano)

Naturgy ha finalizado 2024 con una deuda neta de 12.201 millones, tras un ligero incremento del 0,9% respecto a la de 2023. La ratio deuda neta/ebitda se ha situado en 2,3 veces, lo que indica una estabilidad en la estructura financiera del grupo, respaldada por un sólido colchón de liquidez de 11.237 millones.

En cuanto a su política de retribución, Naturgy ha distribuido 1.345 millones en dividendos durante el año, y elevará la retribución total hasta 1,60 euros por acción en 2024. Para el período 2025-2027, planea aumentar progresivamente el dividendo hasta los 1,90 euros por acción. Esto responde a la intención de tener contentos a los accionistas, en especial a los fondos de inversión GIP-BlackRock, CVC e IFM.

En rueda de prensa, Rita Ruiz de Alda, responsable de Planificación y Control de Gestión de Naturgy, ha destacado que en 2024 se ha tenido que hacer frente a precios energéticos menores a los de 2023 y “a un escenario más retador en gas y en luz”, a pesar de una excepcional producción hidráulica y de más aportación de renovables. No obstante, se ha mantenido en gran medida “un nivel récord de resultados”, al tiempo que “el foco en la disciplina financiera”, y se ha generado una “sólida generación de caja pese al contexto energético”. Por su parte, el CEO, Francisco Reynés, ha referido que los resultados reflejan como “se ha convertido en ordinario lo que se había podido pensar que era extraordinario”.

Ha distribuido 1.345 millones en dividendos durante el año, y elevará la retribución total a 1,60 euros por acción en 2024. Para el período 2025-2027, planea aumentar progresivamente el dividendo hasta los 1,90 euros. Todo ello para tener contentos a los accionistas, en especial a los fondos de inversión GIP-BlackRock, CVC e IFM

Como conclusión, el ejercicio 2024 ha sido un año de ajuste y consolidación, en un contexto de precios energéticos más bajos. A pesar de la reducción de ingresos y la rentabilidad en algunas áreas, el sólido desempeño de las actividades reguladas, la expansión en renovables y la estabilidad financiera han permitido a Naturgy mantener su competitividad.

De cara al futuro, la energética mantiene una estrategia de crecimiento equilibrado, combinando una mayor inversión en energías limpias con una política de dividendos atractiva, lo que debería reforzar su posición en el sector energético a medio y largo plazo.