Hemos hablado en Hispanidad sobre la jibarización de Sacyr, que se ha acelerado en los últimos trimestres -ha vendido Portugal, Aguas, Servicios…-, y parece que le ha sentado 'bien' a la compañía. Según informó a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), hasta marzo, obtuvo un beneficio neto de 25 millones de euros, un 5,6%. 

Aprovechando el tirón, ha celebrado su día del inversor, en el que el presidente y consejero delegado, Manuel Manrique, ha anunciado que Sacyr invertirá en los próximos cuatro años en torno a 1.000 millones de euros en el desarrollo de la compañía para triplicar su tamaño, eso sí, la inversión se la llevan las concesiones. El plan es llegar a contar con una valoración de activos de hasta 10.000 millones de euros en 2033, frente a los 3.600 millones actuales.

Sacyr continúa con su estrategia hacia las concesiones de infraestructuras, que ahora mismo es la división que mayores alegrías le da. Precisamente, los activos concesionales ya aportan el 90,4% del resultado bruto de explotación (Ebitda) del grupo, que alcanzó los 339 millones de euros, un 14,7% más en el primer trimestre.

Recordemos que al finalizar 2023 sufrió una reorganización. Desde la compañía lo llamaron simplificación, tras la venta de Valoriza Servicios Medioambientales y Sacyr Facilities, adoptó una estructura única de compañía con tres líneas de negocio: Concesiones, Ingeniería e Infraestructuras y Agua. Antes hablábamos de un holding con tres sociedades independientes. 

Todo lo que hay detrás es la venta y adelgazamiento de la empresa. A esta ‘integración vertical’ en Hispanidad preferimos llamarla jibarización. El Grupo ha pasado de constructora a concesionaria que tiene construcciones, que cada vez son menos, y con este anuncio, se confirma que lo que tiene Manrique en la cabeza son concesiones. Pero el problema de vender activos y centrarse sólo en un sólo tipo de activos, es que no se puede repetir la operación y supone, además, reducir el perímetro de la compañía. Este es el escenario que vive actualmente Sacyr.

Pero ojo, porque el truco de estas inversiones no sólo está en el destino, Sacyr no hará esto en solitario, sino que dará entrada a un socio con una participación minoritaria en una nueva sociedad que agrupará activos concesionales en operación y que denominará Voreantis, para poner en valor este tipo de activos e impulsar su crecimiento.

Relacionado

Sin embargo, el anuncio parece que ha gustado al mercado y Sacyr crece más de un 2%, para alegría de los principales accionistas de Sacyr: la petrolera Disa, del empresario Demetrio Carceller, con un 14,59%; Goldmand Sachs Group (banco de inversión), con el 7,81%; José Manuel Loureda Mantiñán (uno de los fundadores de Sacyr y ex presidente de la compañía), con el 7,34%; Prilou (sociedad de Loureda Mantiñán) (7,2%); el Grupo Fuertes (conglomerado murciano propietario de El Pozo) el 6,458% del total; Nortia Capital (del empresario Manuel Lao, ex propietario de Cirsa) con el 5,11%); Beta Asociados (José del Pilar Moreno Carretero, constructor murciano que llegó a ser el mayor accionista de Sacyr en 2018) con el 5%; Rubric Capital (fondo estadounidense), con el 4,43%; y Dws Investment Gmbh (Deutsche Bank) con el 3,39%.

Aunque quienes tienen la sartén por el mango son Carceller y Loureda, que tienen sobre la mesa la jubilación de Manrique -que ya tiene 68 años- y que, todo apunta a que será dentro de dos años, cuando cumpla los 70.