Manuel Manrique, presidente de Sacyr / Foto: Pablo Moreno
El beneficio bruto (antes de impuestos) de Sacyr durante los nueve primeros meses del año fue de 250 millones de euros, un 23,2% inferior al de septiembre de 2023 debido, en gran medida, al impacto negativo de las diferencias de cambio, que restó 140,2 millones de euros, frente a los 16 millones positivos del año anterior. Al final, el beneficio neto del grupo fue de 74 millones, un 1,3% superior.
Sea como fuere, el negocio tampoco fue como para tirar cohetes, con una cifra de negocios de 3.261,8 millones de euros, un 1% superior a la de septiembre de 2023, y un Ebitda de 947,8 millones, un 2% inferior. El Ebit sí aumentó (+4,9%), hasta los 870,4 millones, aunque fue, principalmente, por las menores provisiones.
En cuanto a los distintos negocios, el que más aportó a la cifra de negocios del grupo, Ingeniería e Infraestructuras (1.974,1 millones, un 1% menos) registró un Ebitda de 285,5 millones, un 11% menos que el año anterior, una caída que no pudieron compensar el resto de divisiones. Así, Concesiones, que supone el 90% del Ebitda total, cerró septiembre con un Ebitda de 614 millones, un 3% más y Agua, con un Ebitda de 37,1 millones, un 5% más.
Sacyr lleva años potenciando su presencia internacional, de tal manera que el 72% de la cifra de negocios proviene del extranjero. Por mercados, Iberoamérica aporta el 45% de la facturación, Europa el 44%, EEUU y Canadá el 8% y el 3% restante, otros mercados.
Los inversores han recibido estos resultados, difundidos este miércoles, con frialdad, de tal manera que la cotización de Sacyr, a tres horas del cierre, cae un 1,90%, un poco menos que el Ibex (-1,98%), tras la victoria de Donald Trump en EEUU. En lo que va de año, el valor bursátil de la compañía que preside Manuel Manrique ha caído algo más de un 6,5%.