Lo ha vuelto a hacer. Pedro Sánchez volvió a sacar la chequera este jueves para anunciar 4.500 millones de euros en subvenciones para pymes, y otros 50.000 millones en préstamos e instrumentos financieros del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia.

En esto consiste la política económica sanchista: en repartir el dinero de los contribuyentes a troche y moche. Unos contribuyentes asfixiados por los elevadísimos impuestos que afronta cada año desde que Pedro Sánchez vive en La Moncloa. No en vano, el Gobierno ha subido los impuestos hasta en 69 veces desde 2018, según el Instituto Juan de Mariana.

Sánchez sólo sabe repartir subvenciones, pero no es eso lo que quieren los empresarios, que sólo piden menos impuestos -cotizaciones sociales y Sociedades, principalmente- y menos burocracia. “Crecer es algo más que añadir cada año unas decenas de miles de millones de euros al PIB”, advirtió Ana Botín el pasado mes de abril, con toda la razón del mundo porque el PIB crece gracias al aumento histórico de la población, mientras la renta per cápita de los españoles ha subido menos de un 1% durante los últimos 20 años.

Sánchez no es tonto y entre su legión de asesores alguno le debió advertir que estaba en un foro sobre pymes y también mencionó los miles de obstáculos y la incertidumbre que deben vencer los emprendedores. “Sé que la tienen y probablemente la administración tenga que hacer muchas más cosas mejor, sin duda alguna. Ese ánimo también lo tenemos y lo compartimos todos los ministros aquí presentes y yo personalmente”, afirmó. No se emocionen: también dijo que no aprobaría la amnistía.

En cualquier caso, estamos hablando de 4.500 millones de euros en subvenciones para 3 millones de pymes y micropymes, es decir, 1.500 euros para cada una. El resto, 50.000 millones, son préstamos que, aunque tengan buenas condiciones, hay que devolver con intereses. Por cierto, los fondos europeos son para reindustrializar España, no para tapar agujeros ni para cambiar las ventanas, que son cosas muy positivas, pero que no reindustrializan el país. Lo que está haciendo Sánchez con los fondos europeos recuerda mucho al ‘Plan E’ de Zapatero. No aprendemos.