Ana Botín (Santander), Carlos Torres (BBVA), Josep Oliu (Sabadell), José Ignacio Goirigolzarri (Caixabank) y Pedro Guerrero (Bankinter)
Pedro Sánchez anunció este martes un nuevo impuesto a los bancos, durante dos años, con el que espera recaudar 1.500 millones de euros cada año. Lo mejor es la argumentación del presidente: “Ya han empezado a beneficiarse de la subida de tipos de interés”.
Primero: los bancos aún no se han beneficiado de nada porque los tipos subieron a principios de este mes de julio y solo lo hicieron un 0,25%. Estaban en negativo.
Segundo: la subida de tipos que pretende combatir la inflación, provoca asimismo la ralentización de la economía que afectará de manera especial a los bancos.
La reacción del mercado ha sido inmediata y las entidades se han hundido literalmente en bolsa. Caixabank, Sabadell y Bankinter más de un 8%, BBVA más de un 5% y Santander más de un 4%. Y cayendo. Está claro que los inversores han huido a la voz de sálvese quien pueda.
Y el efecto negativo de estos impuestos especiales es doble: por una parte, se retrotrae la inversión, sobre todo la inversión extranjera, que preferirá otros países y, segundo, y más importante, se plantean unas expectatitvas que luego se verán ridículas. Tu puedes subir un impuesto sobre el beneficio empresarial todo lo que quieras que, al final, es el chocolate del loro.... porque el beneficio es el chocolate del loro de una empresa.