Artigas, Varo, Gayo y Oslé
Ahora mismo, Telefónica está parada y no por mor del equipo ejecutivo, sino porque el Gobierno ha iniciado lo que algunos llaman un proceso de nacionalización de la compañía. Ya posee el 10% de la misma y ha nombrado a Carlos Ocaña como consejero. Pero, a la SEPI, es decir, a Pedro Sánchez, no le basta. Aunque no tiene derecho legal a ello, quiere a Carme Artigas como la segunda consejera en representación del Gobierno. De este modo, ya serían tres, dado que desde hace 17 años, el Ejecutivo tiene un consejero en la operadora, en la persona de Javier Paz.
Como ya he dicho, con un 9,9% de capital, el Gobierno sólo tendría derecho a un consejero. Y ahí llega la trampa, dado que Moncloa pretende que Carme Artigas, ex secretaria de Estado de Telecomunicaciones con Nadia Calviño, además de amiga personal del enamorado matrimonio Pedro Sánchez-Begoña Gómez, entraría como consejera independiente... que tiene bemoles la copla. Encima, se va a dejar constancia de que Carme Artigas fue directiva de Telefónica y allí no dejó muchos amigos.
Cuando se aclare el accionariado, Pallete quiere acelerar los cambios en el equipo ejecutivo, así como en Alemania y Reino Unido. Porque ahora mismo, la compañía está parada
Ahora bien, el presidente de Telefónica, José María Álvarez Pallete, tenía pendientes cambios en el equipo ejecutivo, antes de que la entrada de los saudíes y, sobre todo, del Estado, paralizara la compañía durante el año de su centenario: 2024. Ni que decir tiene que habrá que cambiar todo o parte del equipo de Alemania y Reino Unido. Pero también en España habrá que modificar cosas. Ahora mismo, lo apuntado es que Rosauro Varo ascienda a presidente de la sección de vídeo, (Movistar Plus +) y el actual presidente de dicha sección y CEO y delegado de Telefónica de España, Sergio Oslé, ocuparía la presidencia de la filial más importante de la compañía. A su vez, el actual presidente de Telefónica de España, Emilio Gayo, entraría en el corporativo, posiblemente, en sustitución de Enrique Blanco, el número 1 de tecnología, que se jubilaría.
Todos estos cambios y algunos más que llevan ya pendientes demasiado tiempo, no serán posibles hasta que se aclare la situación corporativa de la operadora. Y es que, siempre conviene responder a la pregunta: "¿de quién eres?". "¿De quién es Telefónica?" o, lo que es lo mismo, ¿hablamos de una gestión pública o de una gestión privada?