El Instituto Nacional de Estadística (INE) ha publicado hoy los datos definitivos de la inflación del mes de abril, que en tasa anual ha confirmado que se queda en el 3,3%, una décima por encima de la registrada en marzo.

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La tasa anual de la inflación subyacente disminuyó cuatro décimas, hasta el 2,9%.

La variación mensual del índice general fue del 0,7%.

El Índice de Precios de Consumo Armonizado (IPCA) situó su tasa anual en el 3,4%, una décima por encima del mes anterior.

Los grupos que más destacaron por su influencia en el aumento de la tasa anual fueron la vivienda, cuya tasa anual aumentó 2,5 puntos, hasta el 4,0%. Este comportamiento fue debido a la subida de los precios del gas, frente a la bajada en abril del año pasado. También, aunque en menor medida, a los precios de electricidad, que descendieron menos que en abril de 2023. 

Y también, los alimentos y bebidas no alcohólicas, que situó su tasa en el 4,7%, cuatro décimas por encima de la del mes pasado. Este incremento se debió, en su mayor parte, a la subida de los precios de frutas y legumbres y hortalizas, frente a la bajada en el mismo mes de 2023. 

Y esto quiere decir que cada mes los precios de los alimentos suben y no dejan de subir desde hace meses, lo que constituye un auténtico impuesto a los pobres del cual las políticas de Pedro Sánchez son las responsables. 

Porque, recordemos este dato ofrecido en el informe ‘Construyendo la cesta de la compra’, de Kantar Worldpanel, del pasado mes de abril: la cesta de la compra se ha encarecido un 47% en los últimos 4 años. 

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