Íñigo Fernández de Mesa, presidente del Instituto de Estudios Económicos (IEE) / Foto: Pablo Moreno
Por mucho que lo repita el Gobierno, España no tiene un problema de recaudación de impuestos que este año 2024 alcanzará una cifra récord del entorno de los 295.000 millones de euros, que no está nada mal. Son 95.000 millones más que en 2019, antes de la pandemia, esto es, un aumento del 47%, frente al aumento del PIB nominal durante ese periodo, del 27%, según el informe del Instituto de Estudios Económicos (IEE), ‘Competitividad fiscal 2024. Un diagnóstico necesario de la tributación en España’, presentado este lunes.
“¿Dónde ha ido ese dinero?”, ¿“Quién ha mejorado su situación?”, se preguntó Íñigo Fernández de Mesa, durante la rueda de prensa. Porque, además de batir todos los registros de recaudación, el déficit público ha crecido del 3,1% al 3,6% del PIB, y la deuda pública se ha disparado desde el 98,2% hasta superar el 104% del PIB, y eso a pesar del aumento del PIB. Está claro que el problema de España no es de recaudación, como insiste el Gobierno para justificar más subidas de impuestos, sino de control del gasto. No hay ningún control del gasto del dinero de los contribuyentes.
“No hay margen para subir los impuestos”, advirtió Fernández de Mesa, para quien la reforma fiscal que intenta aprobar el Gobierno con sus socios tiene un carácter político. Si finalmente se suben más los impuestos, España sufrirá pérdida de talento y de inversión empresarial.
El presidente del IEE puso como ejemplo el impuesto a las socimis, anunciado la pasada semana. Aunque no se ha aprobado, ya ha provocado que esas empresas hayan perdido 1.000 millones de euros en bolsa, el 5% de su capitalización bursátil.
La clave está en el esfuerzo fiscal y no en la presión fiscal, un indicador engañoso porque se calcula en relación al PIB. Si aumentan los impuestos, pero también aumenta el PIB, la presión fiscal puede incluso bajar y no reflejaría la realidad, esto es, el esfuerzo fiscal de los españoles. María Jesús Montero, experta trilera, siempre habla de presión fiscal... de escasa presión fiscal.
Pues bien, en 2023, el esfuerzo fiscal de los españoles fue un 13% superior al de la media de la Unión Europea, que ya es muy alto, porcentaje que se elevará hasta el 17% en 2024, muy superior al de la media de la OCDE.
Todos los tipos impositivos de referencia en España están por encima de la UE. Así, Sociedades en España tiene un tipo impositivo del 25%, frente al 21,3% de la media de la UE y presenta una presión fiscal normativa (esfuerzo fiscal) un 24,1% superior a la media de la UE.
Patrimonio es aún peor porque el impuesto es un 40% superior a la media europea. En cuanto a la Renta de las Personas Físicas, el tipo máximo en España puede llegar al 54%, frente al 39,6% de la media de la UE. Además, señala el IEE, el efecto conjunto del IRPF con el impuesto sobre las grandes fortunas, puede elevar el tipo hasta el 60%, lo que es claramente confiscatorio.
Conclusión: no hay aumentar el gasto público sino reducir el gasto y, sobre todo, controlarlo. Resulta curioso, además, que ningún partido político haya propuesto medidas concretas para controlar en qué se gasta el Gobierno el dinero de los contribuyentes. Claro, como el dinero público no es de nadie…