Sanofi
Sanofi, que en su día se hizo con la farmacéutica francesa Roussel Uclaf, inventora de la píldora abortiva RU-486, ha sido condenada por el juzgado de primera instancia número 91 de Madrid por efectos secundarios constatados en mujeres embarazadas que tomaron el antiepiléptico Depakine. La sentencia, que se recurrida, obliga a indemnizar a tres familias con una cantidad entre 600.000 y 1,3 millones de euros, según el Observatorio de Bioética.
Según la sentencia, Sanofi no informó de todos los efectos secundarios del valproato sódico, a saber, malformaciones congénitas a más del 10% de los hijos, problemas de desarrollo congnitivo en un 30-40% de esos niños y un riesgo de sufrir transtornos del espectro autista entre tres y cinco veces superior al normal.
En su defensa, la compañía alega que los estudios “no eran concluyentes” y que “la comunidad científica estaba de acuerdo en que las mujeres en edad fértil no abandonasen el tratamiento”. Concepto versátil, este de la comunidad científica.