Desde la entidad que preside Ana Botín aseguran que no es un fracaso, ni mucho menos, porque realmente sólo llevan tres meses comercializando el producto, probablemente el más delicado de todos los que componen tanto la cartera del Santander como la de Mapfre.

El banco y la aseguradora lanzaron su hipoteca inversa a finales del mes de noviembre de 2023, primero en la ciudad de Madrid y después a toda la Comunidad y al resto de España. No será hasta 2025 cuando se comercialice en todo el país. Es decir, las 100 hipotecas firmadas hasta junio todavía no son representativas de la demanda real que puede haber.

Sea como fuere, estamos hablando del primer banco español, con 15,1 millones de clientes en España y unas 1.830 sucursales, y de la primera aseguradora, que cuenta con 6,5 millones de clientes y una red de 3.000 oficinas, sólo superada por la de Caixabank. Efectivamente, algunos clientes del Santander también lo son de Mapfre, pero en cualquier caso estamos hablando de varios millones de clientes.

Lo cierto es la hipoteca inversa es un producto muy delicado, como hemos dicho antes, porque afecta también a los herederos. Por eso, y aunque no es un requisito legal, Santander y Mapfre exigen que los herederos estén presentes en el momento de la firma.

Toda precaución es poca para evitar litigios futuros y en el banco aseguran que, incluso, han rechazado algunas solicitudes porque para el Santander, lo primero es el cliente. Eso es lo que afirma Héctor Grisi, CEO del grupo: el banco ha pasado de ser un banco de producto a un banco de cliente.

Eso está muy bien y nos recuerda al Popular, que llegó a ser el banco de cliente por excelencia gracias a sus jefes de zona, que se conocían la vida y milagros de sus clientes. Llegó el Santander y los sustituyó a todos por los suyos.

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Pero no nos desviemos del tema: 100 hipotecas inversas en tres meses no son muchas. ¿Un fracaso? Ya lo veremos. De momento queda claro que no es un producto de masas, como puede llegar a ser el seguro antiokupación.

Mientras tanto y siguiendo con la familia Botín, Diego Botín, nieto de Jaime e hijo de Gonzalo, ha ganado la pimera medalla de oro para España en los JJ.OO. de París. Ha sido junto a Florian Trittel en vela, en la categoría 49er, donde partían como favoritos -son los primeros del ranking mundial- y cumplieron con creces las espectativas.