Es esencial fabricar baterías en Europa para contrarrestar el poder de Asia y ayudar a reducir el alto coste del coche eléctrico
Seat, Volkswagen y Stellantis (grupo nacido de la fusión de PSA y Fiat Chrysler Automobiles) tienen proyectos para fabricar baterías de coches eléctricos en España, pero hay poco sobre el papel. Mientras tanto la realidad que se impone es otra, porque Renault ha anunciado que las hará en Francia, que se se convierte en el centro de su estrategia industrial para baterías.
Fabricar baterías en Europa es importante para contrarrestar el elevado poder que tiene Asia en la movilidad eléctrica: las principales fabricantes son las chinas CATL y BYD, la japonesa Panasonic y las surcoreanas LG Chem y Samsung SDI. Las baterías son el componente de más valor del coche eléctrico y supone el 40% de su coste, su fabricación consta de dos etapas (producción de las celdas y montaje del módulo de baterías -también denominado ensamblaje, proceso que muchos fabricantes automovilísticos defienden que esté cerca de las plantas de vehículos para optimizar costes-). Además, no hay que olvidar los problemas que está habiendo en el suministro de chips y que está lastrando la producción (-38%) en España y el resto del mundo: a principios de mes, María Helena Antolin, vicepresidenta de Grupo Antolin y presidenta de la Asociación española de Proveedores de Automoción (Sernauto), ya refirió que estratégicamente se deberían fabricar semiconductores también en Europa.
Fabricar baterías en Europa es importante para contrarrestar el elevado poder que tiene Asia en la movilidad eléctrica: las principales fabricantes son las chinas CATL y BYD, la japonesa Panasonic y las surcoreanas LG Chem y Samsung SDI
Volvamos a la fabricación de baterías. El pasado marzo, se anunció a bombo y platillo un consorcio público privado (formado por Seat, Volkswagen, Iberdrola y abierto a otros socios) con la presencia del Rey, Felipe VI, y del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, en la planta de Seat situada en Martorell. “Una oportunidad histórica de transformación de la segunda industria automovilística de Europa”, según destacó Herbert Diess, presidente del grupo Volkswagen, que está ligada a los recursos de los fondos europeos de recuperación. Todo eran celebraciones, pero diez días después, el grupo alemán anunció seis gigafactorías para crear baterías en Europa: las dos primeras en Skellefteå (Suecia) y en Salzgitter (Alemania), pero sorprendió que la ubicación de la tercera aún no estuviera definida (se debate entre España, Portugal o el sur de Francia), una cuarta en Europa del Este y otros dos centros aún no tienen localización. Y por si esto no bastara, hace unas semanas, el presidente de Seat, Wayne Griffiths, señaló: “Mi prioridad en estos momentos es vender coches eléctricos en España. Antes de hablar de fábricas de baterías, por favor, empecemos por esto”.
A la vista de esto, parece que se vendió la piel del oso antes de cazarlo o que, como sucede con las cosas de palacio, van despacio, y también hay un proyecto en Extremadura (que incluye la explotación de una mina de litio). Paralelamente, cuando aún no existía Stellantis, PSA anunció que empezaría a fabricar baterías en Europa junto a la petrolera Total (ahora denominada TotalEnergies), creando la empresa conjunta Automotive Cell Company (ACC): concretamente, en Douvrin (Francia) y en Kaiserslautern (Alemania), que comenzarían a operar en 2023 y 2025. Ahora, ya como Stellantis, contempla abrir una tercera fábrica de baterías en Europa: España e Italia son las ubicaciones preferidas y parece que, por ahora, nuestro país tiene más papeletas.
Luca de Meo, CEO del grupo Renault, reafirma el deseo de producir coches eléctricos populares, asequibles y rentables en Francia. Ya saben que, aunque apuesta fuerte por España, es su “segunda casa”: aquí fabricará cinco nuevos modelos híbridos hasta 2024
Sin embargo, no se espera mucho en relación a baterías de Renault, que acaba de anunciar que Francia será el centro de su estrategia industrial de baterías dentro de su ‘Renaulution’. En concreto, dos alianzas para desarrollarlas y producirlas: una con Envision AESC, socio histórico de Nissan, para establecer una gigafábrica en Douai, cerca de Renault ElectriCity (complejo formado por las plantas de Douai, Maubeuge y Ruitz); y otra con la startup francesa Verkor, con sede en Grenoble, para codesarrollar y después fabricar baterías de alto rendimiento. Estas asociaciones “fortalecerán significativamente nuestra posición para garantizar la producción antes de 2030 de un millón de vehículos eléctricos made in Europe”, ha señalado el CEO del grupo Renault, Luca de Meo. “Este es un paso importante para aumentar nuestra competitividad, anclar a nuestro Grupo en la dinámica industrial francesa y lograr nuestro objetivo de neutralidad de carbono. El Grupo reafirma así su deseo de producir coches eléctricos populares, asequibles y rentables en Francia”, ha añadido. No hay que olvidar que Renault apuesta fuerte por España, pero es su “segunda casa”, donde ya anunció la fabricación de cinco nuevos modelos híbridos y la creación de 1.000 empleos fijos hasta 2024. Además, a las alianzas con Envision AES y Verkor se suma el histórico acuerdo que ya tiene con LG Chem para suministrar baterías a la gama eléctrica del grupo francés y al futuro MéganE.