Caso real. Cotizaciones a la Seguridad Social pagadas por un joven matrimonio que ha contratado con toda legalidad, a una señora para que cuide de su bebé, durante siete horas al día: antes pagaba 250 euros, el último mes ha pagado 390 euros... porque tenemos un Gobierno progresista. ¿Y no sería mejor que el trabajador de salario bajo, y por tanto el empresario que paga Seguridad Social, estuviera exento de cuotas?

Sánchez sube el salario mínimo y al tiempo sube las cuotas sociales. No se sabe quién gana más, si los trabajadores pegados a ese salario o el Estado recaudador.

Las cuotas son el impuesto que más paro y más economía sumergida crean. Pero no le digas a doña Yolanda Díaz ni al ministro Escrivá que hay que bajar las cuotas sociales porque entonces te tildarán de neoliberal. Todavía no sé qué significa pero sin duda es algo horrible.

O acabamos con las cuotas o las cuotas acaban con nosotros

Miren ustedes: los empresarios españoles pagan las cuotas más altas de toda la comunidad europea, una de las razones por la que nadie quiere contratar... porque en España es más fácil divorciarse que despedir.   

Sé que no es el mejor momento, aunque no lo ha sido durante una década de estancamiento en los precios pero, antes o después, tendremos que suprimir las cuotas y pagar las pensiones con IVA, y si no... pues bueno, alcanzaremos el pleno empleo. 

Y la supresión de las cotizaciones sociales tiene que empezar por el servicio doméstico y demás salarios bajos. Lo cual no significa que no tengan derecho a pensión… aunque no coticen… porque sí pagarán IVA.

Tenemos una asignatura pendiente: acabar con las cuotas sociales. Cuotas por IVA, como pidió en su día, mucho tiempo atrás, aquel gran presidente de la CEOE que fue José María Cuevas. El actual, Antonio Garamendi, ni habla de cuotas.