En Siemens Gamesa hace tiempo que no se protege al pequeño accionista
En Siemens Gamesa se ven nuevas muestras de la desvergüenza alemana en España. Este lunes, desde su matriz (Siemens Energy), se habla ya de que habrá una “optimización estructural”, en palabras de su CEO, Christian Bruch, aunque sin concretarla. Asimismo, prevé mantener la sede en Zamudio (Vizcaya), por ahora, pese a que ya se ha traslado la sede ejecutiva a Madrid.
Bruch ha señalado que Siemens Energy no tiene intenciones de desprenderse de la división de eólica terrestre, dado que tiene numerosas sinergias con la eólica marina y aporta una parte importante del volumen de negocio, pero deben “gestionarlo mucho mejor”. Eso sí, no hay que olvidar que el pasado abril, Siemens Gamesa anunció la venta de 3.900 megavatios (MW) de proyectos eólicos terrestres en desarrollo, que es su negocio principal, por 580 millones de euros a la compañía energética escocesa SSE. Asimismo, ahora busca ahorros en la cadena de suministros así como en la actividad de investigación y desarrollo, y de hecho quiere concentrar esta última en una “única plataforma” -ahora se ubica en Navarra, pero podría acabar en Alemania-.
UGT y CCOO recuerdan que la CNMV autorizó la fusión en 2017, eximió a Siemens de lanzar una opa por la totalidad de Gamesa porque había un plan industrial, pero “el tiempo ha demostrado que ese plan no sólo nunca existió, sino que gran parte del tejido industrial se destruyó”: más de 1.500 despidos en España con deslocalizaciones industriales”
El CEO de Siemens Energy prevé mantener la sede en Zamudio (Vizcaya): “No preveo ningún cambio, por ahora. Estamos comprometidos con las operaciones en España y en el País Vasco”. Pero ojo, porque ya sabemos cómo es el compromiso alemán: en enero de 2021, el presidente no ejecutivo de Siemens Gamesa y CEO de Siemens en España, Miguel Ángel López, defendió el “compromiso con España”, tras los cierres de las plantas de Aoiz, Somozas y Cuenca, que provocaron 505 despidos. Asimismo, conviene recordar que el fabricante de aerogeneradores empezó su traición al batzoki (un término que acuñó Sabino Arana, padre del nacionalismo vasco, para referirse al local que frecuentaban los militantes y simpatizantes) hace unos meses con el traslado de la sede ejecutiva a Madrid: se han movido varias direcciones principales y el propio CEO, Jochen Eickholt, trabajará desde la capital por “la accesibilidad en términos de tráfico o avión”.
Paralelamente, Siemens Gamesa sigue disparada en bolsa, después de que el pasado día 18 su matriz confirmara que estudiaba lanzar una opa de exclusión: este lunes sube algo más de un 6%, tras conocerse el anuncio previo de la oferta de Siemens Energy sobre el 33,929% que no controla a 18,05 euros por acción en efectivo. Este precio supone una prima del 7,5% sobre la cotización del viernes 20 y del 27,7% sobre la cotización previa a los rumores de opa, pero casi dos euros menos de lo que pagó a Iberdrola al comprar su participación del 8% en 2020, según han destacado los analistas del Banco Sabadell. Ahora los alemanes pondrán sobre la mesa unos 4.000 millones para tomar todo el control de su filial, esperando que la integración le reporte unas sinergias de costes de 300 millones de euros anules en tres años y unas sinergias de ingresos que alcanzarán el triple dígito medio en 2030. Pero una vez más, se puede ver como no se protege al pequeño accionista, porque los accionistas del Banco Sabadell han subrayado que se ejecutará la venta forzosa si se llega al umbral mínimo del 96,7%, que habrá oferta de exclusión si supera el 75% y que de no alcanzarlo podría incluso pedirlo Siemens Gamesa y someterlo a la aprobación de su Junta de Accionistas.
🔴Gamesa sigue los pasos de Euskaltel (y muchas otras) y desaparece como empresa independiente.
— Iker Casanova (@ikerkasanova) May 23, 2022
➡️Llevamos años denunciando esta pérdida de empresas estratégicas, pero el Gobierno está más ocupado en acallar las críticas que en defender el tejido productivo.
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Desde EH Bildu, uno de sus diputados en el Parlamento Vasco, Iker Casanova, ha señalado en Twitter que Siemens Gamesa “sigue los pasos de Euskaltel y muchas otras, y desaparece como empresa independiente”. “Llevamos años denunciando esta pérdida de empresas estratégicas, pero el Gobierno está más ocupado en acallar las críticas que en defender el tejido productivo”.
Por su parte, en los sindicatos hay preocupación por el empleo en España. Desde ELA, su representante de la Federación de Industria, Puy Remírez, ha criticado que “la compañía no puede permitir generar esta especulación sin hablar antes con la plantilla a través de sus representantes sindicales” y ha advertido que “no hay nada halagüeño desde que se produjo la absorción y se han ido tomando una serie de decisiones que han tenido impacto en el empleo y que han ido alejando la toma de decisiones”. Desde las federaciones de Industria de UGT y de CCOO, han subrayado que “las operaciones financieras de la empresa no pueden ser un riesgo para el empleo, para las inversiones y para las condiciones de trabajo en nuestro país” y han recordado que “cuando la CNMV autorizó la fusión en 2017, eximió a Siemens de lanzar una OPA por la totalidad de las acciones de Gamesa con la condición de tener asociado un plan industrial para la empresa conjunta. El tiempo ha demostrado que ese plan no sólo nunca existió, sino que gran parte del tejido industrial se destruyó, con los cierres de las plantas de Miranda, Aoiz, Cuenca y Somozas, así como los ajustes en Oficinas”. “El desolador balance de estos últimos años, más de 1.500 despidos en España con deslocalizaciones industriales en diversas comunidades autónomas”, han subrayado. Además, LAB ha denunciado la “involución” de Gamesa y ha exigido a los gobiernos vasco y navarro que defiendan los empleos y el proyecto del fabricante de aerogeneradores.