Siemens celebra su Junta de Accionistas, donde Jim Hagemann y Ralf P. Thomas, han escoltado al presidente y CEO, Roland Busch
Siemens sube en bolsa un 7% este jueves al elevar previsiones para el conjunto de su presente año fiscal (octubre de 2022 a septiembre de 2023). Sin embargo, aún le afecta la crisis de Siemens Gamesa, que cuelga de su filial energética (Siemens Energy): ha reducido beneficio neto y resultado bruto de explotación -ebitda- (-4%) en su primer trimestre fiscal (octubre a diciembre de 2022).
El gigante industrial alemán ha obtenido un beneficio neto atribuido de 1.477 millones de euros, lo que supone un descenso del 10,1% frente al de hace un año, a pesar de que el negocio industrial ha tenido una ganancia récord de 2.687 millones (+9%). Y es que en el descenso ha influido el recorte de empleos (que conlleva indemnizaciones), la aplicación del ‘esquema Villalonga’ (ya saben, el que aplicó Juan Villalonga cuando presidía Telefónica, bajo el principio infundado y anglosajón de que la suma de las partes vale más que el todo) y la crisis de Siemens Gamesa.
Ha registrado una fuerte entrada de pedidos con un importe de 22.600 millones, superior al total de ingresos, aunque ha sido un 7% inferior al que registró en el primer trimestre fiscal del ejercicio anterior
Siemens ha bajado en rentabilidad, como se puede ver en el ebitda: en concreto, lo ha hecho en un 4%, pasando de 3.025 millones a 2.910 millones. Mientras los ingresos han crecido un 9,5%, a 18.070 millones, y en parte por la inflación, aunque también ha tenido que afrontar mayores costes de ventas (de 11.104 millones, frente a los 10.292 millones de hace un año). Y ha registrado una fuerte entrada de pedidos con un importe de 22.600 millones, superior al total de ingresos, aunque ha sido un 7% inferior al que registró en el primer trimestre fiscal del ejercicio anterior.
Por negocios, el de industrias digitales ha sido el que más ingresos ha aportado al gigante alemán, con un total de 5.114 millones (+18%). Le siguen el de dispositivos médicos (Siemens Healthineers), que se escindió antes que el energético, con unos ingresos estables de 5.079 millones; el de infraestructuras conectadas, con 4.585 millones (+20%); y el de movilidad, con 2.446 millones (+2%).
“Nuestra extraordinaria cartera de pedidos en términos de calidad y cantidad, junto con la fuerte capacidad de ejecución de todo el equipo de Siemens, nos dan confianza para elevar nuestras perspectivas para año fiscal 2023”, anuncia su presidente y CEO, Roland Busch
Las cifras del primer trimestre fiscal y “nuestra extraordinaria cartera de pedidos en términos de calidad y cantidad, junto con la fuerte capacidad de ejecución de todo el equipo de Siemens, nos dan confianza para elevar nuestras perspectivas para año fiscal 2023”, ha anunciado su presidente y CEO, Roland Busch. En concreto, ha aumentado sus previsiones de ingresos comparables, sin efectos de conversión de divisas y cartera, a un crecimiento del 7-10%; con alzas en los negocios de industrias digitales, infraestructuras conectadas y movilidad, para los que también espera mayores márgenes de beneficios de los estimados en un principio.
Y este jueves, Siemens también ha celebrado su Junta de Accionistas, donde se ha podido ver al presidente del Consejo de Supervisión, Jim Hagemann. Este último cobró protagonismo hace unas semanas en el último Foro de Davos, donde alardeó de progre y afirmó: “Si 1.000 millones de personas dejaran de comer carne, el impacto se apreciará no sólo en la alimentación actual, sino que inspirará la innovación de los sistemas alimentarios”, convencido de que habrá otras proteías en el futuro que sabrán mejor que la carne de vacuno actual y “serán cero carbono y mucho más saludables que el tipo de alimentación que consumimos hoy“. Además, añadió que “si una persona deja de comer carne durante 11 años sólo compensaría un vuelo de ocho horas a Tailandia, pero si miles de millones hicieran lo mismo se generaría un cambio masivo”.