La vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, y los secretarios generales de CCOO y UGT, Unai Sordo y Pepe Álvarez, sin el apoyo de la patronal
El 2024 empezó sin pacto entre el Gobierno, los sindicatos y la patronal para la subida del Salario Mínimo Interprofesional. Pero para 'tranquilidad' de todos, la vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, ha anunciado que "en cuanto" se reinicie el curso político convocará a todos para seguir "subiendo el salario mínimo para compensar las pérdidas de poder adquisitivo que están sufriendo los trabajadores".
Inmediatamente después de Reyes, Yolanda se reunirá con los agentes sociales, aunque el Gobierno ya prometió que el aumentó del SMI tendrá efectos retroactivos desde el 1 de enero.
Aunque llegan a la reunión sin un principio de acuerdo, Díaz ha propuesto la subida del 4%, CEOE y Cepyme plantean el 3%, con la posibilidad de un 1% más si se desvía el IPC, y los sindicatos apuestan por un 5%, aunque estarían dispuestos a aceptar el 4% si la patronal se suma al acuerdo. Y amenazan, de no hacerlo, serán "más exigentes" y pedirán más del 5%.
El secretario general de Comisiones Obreras, Unai Sordo, en una entrevista a TVE se ha mostrado pesimista y dice que ve “muy complicado” el “acuerdo tripartito” entre Gobierno, patronal y sindicatos: “No veo voluntad de la CEOE de moverse de ese 3% y en esos términos no va a haber acuerdo”.
Sordo ha insistido en que el SMI tiene que ser el 60% del salario medio: “Si la CEOE está dispuesta a negociar, negociaremos y, si no, el Gobierno tiene que tomar parte, partido y decidir si se sitúa más cerca de ese 3% de la CEOE o del 5% de las organizaciones sindicales”.
Y esto es 'estupendo', porque el Gobierno ha ido en la misma línea: "Seguiremos subiendo el salario mínimo como una de las mejores medidas para luchar contra la desigualdad, contra la pobreza laboral y sobre todo, porque es una de las medias más feministas de nuestro país", continuaba Díaz.
Es decir, si no llegan a un acuerdo, Díaz firmará la subida con los sindicatos, y la patronal tragará, como ya pasó con la subida de las pensiones.
Y toda esta negociación llega, una vez más, olvidando las cuotas sociales. Claro que hay que subir el SMI, pero no debe subir de igual forma lo que el empresario tiene que pagar al Estado. ¿No sería más lógico que empleados y empleadores, no sólo de salario mínimo sino también de salarios bajos, dejaran de pagar cuotas mínimas?