Talgo sigue siendo objeto de actualidad y no por sus resultados ni por lo que hace, sino por verse en medio de un auténtico culebrón protagonizado por húngaros, checos y el intervencionista Gobierno, por supuesto. Todo empezó el pasado noviembre con rumores de interés del grupo húngaro Ganz-Mavag, que se concretó el 7 de marzo cuando lanzó su OPA por 619 millones de euros y con la solicitud formal de la misma el 4 de abril. Una operación que no gusta nada al Gobierno por venir de los ‘ultras’ húngaros… y por eso, empezaron a activar la maquinaria: subrayaron que Talgo es una empresa estratégica y recurrieron a Criteria Caixa para que entre en el capital, y pese a que han recibido hasta tres ‘noes’ insisten en buscarle socios como el fabricante ferroviario checo Skoda o la compañía española Escribano. Una chapuza liderada por Pedro Sánchez y el ministro Óscar Puente que se resume en no dejar comprar a los húngaros de Ganz-Mavag... y regalárselo a Skoda, y la última muestra se puede ver en la segunda carta que Skoda ha remitido a Talgo, donde insiste en no lanzar una contraOPA, sino una combinación industrial… sin poner dinero ni tomar el control del fabricante ferroviario español.

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Es decir, los checos insisten en su propuesta de fusión. Sin embargo, como decíamos, ni el presidente de CNMV, Rodrigo Buenaventura, puede obviar lo obvio, porque Ganz-Mavag ha lanzado una OPA y Skoda no puede presentar una oferta de fusión, sino una contraOPA. Entre los argumentos que exponen los checos en una segunda carta firmada por el CEO de Skoda, Petr Novotny, para defender su propuesta de fusión con Talgo, hablan de su diversificación (trenes, tranvías, metros, trolebuses, varios tipos de autobuses, mantenimiento…) y que se está preparando para entrar en el mercado de la señalización. También ofrecen innovación digital y sus siete plantas con 300.000 metros cuadrados, incluyendo la propuesta de abrir un espacio adicional de otros 65.000, así como una capacidad de producción de en torno a 6 millones de horas al año, frente al objetivo de Talgo de 1-1,5 millones de horas anuales. Además, añade que el fabricante checo tiene presencia en más de 20 países, mientras el español opera en más de siete.

Los analistas del Banco Sabadell señalan que “la propuesta de Skoda aún está en estado incipiente pero no pasaría por ser una contraOPA” y que entienden que “la CNMV deberá establecer si tiene sentido o no, considerando que existe una OPA concreta en curso (quedando quizá como alternativa sólo si la actual OPA es rechazada por el Gobierno). Por tanto, la situación podría enturbiarse aún más

Eso sí, no hay que olvidar que Skoda está en pérdidas… y además, la banca sondea su venta en estos momentos, según Expansión. Los analistas del Banco Sabadell han señalado que “la propuesta de Skoda aún está en estado incipiente pero no pasaría por ser una contraOPA” y que entienden que “la CNMV deberá establecer si tiene sentido o no, considerando que existe una OPA concreta en curso (quedando quizá como alternativa sólo si la actual OPA es rechazada por el Gobierno). Por tanto, la situación podría enturbiarse aún más”.

En el entretanto, va corriendo el reloj para que el Gobierno Sánchez se pronuncie sobre la OPA húngara (parece que tendría de plazo hasta el 25 de agosto) y la Asociación Española de Accionistas Minoritarios de Empresas Cotizadas (Aemec) ha advertido que iniciará acciones judiciales contra el Gobierno por dificultar su derecho a decidir en caso de vetar la OPA citada. Hace poco más de una semana, desde el Gobierno no conocían aún (o eso decían) la propuesta de Skoda, aunque sí insistían en que Talgo es una empresa estratégica y que cuenta con una tecnología (que es muy apreciada también por Ganz-Mavag). De hecho, esa tecnología permite que sus trenes se adapten a los distintos tipos de vía (tanto la de ancho europeo como la de ancho ruso)... y esto es de vital importancia de cara a la futura reconstrucción de Ucrania, donde tienen el ancho de vía ruso. Además, hace tres meses, al hilo de la reconstrucción de Ucrania, Raül Blanco, presidente de Renfe, refirió que prevé jugar un papel importante en la reconstrucción de la infraestructura ferroviaria de Ucrania, tras la guerra.