Al Sanchismo le encanta el intervencionismo empresarial... y la penúltima muestra podría verse en Talgo / Fotos: Pablo Moreno
Este martes, el ministro de Transportes y Movilidad Sostenible, Òscar Puente, que no dejará la red social X (antes Twitter) como algunos medios de comunicación, ha hecho unas curiosas declaraciones relacionadas con Talgo. Esto no es baladí porque insiste en el intervencionismo empresarial que tanto gusta al Sanchismo, pero lo llama "acompañar", por supuesto.
Tras inaugurar la feria de movilidad 'Global Mobility Call' que se celebra en Ifema, Puente ha señalado que "aún está por determinar" el papel que tendrá el Gobierno Sánchez en Talgo, donde al igual que el Ejecutivo vasco, ya mostró su apoyo ante el interés en entrar en el fabricante de trenes por parte de la siderúrgica vasca Sidenor. Es más, ha recalcado que Moncloa estará "para cooperar y ofrecer todas las soluciones que se puedan". ¡Ay, madre!
El ministro Puente subraya que "nosotros estamos para acompañar a Talgo en este camino en el que lo que estamos buscando es más capacidad industrial y una nueva composición accionarial que le dé también estabilidad de futuro". Y para ello, la entrada de la SEPI es una posibilidad
Por si esto no bastara, el titular de Transportes y Movilidad Sostenible ha referido que "nosotros estamos para acompañar a Talgo en este camino en el que lo que estamos buscando es más capacidad industrial y una nueva composición accionarial que le dé también estabilidad de futuro". Y para ello, la entrada de la SEPI -que depende del Ministerio de Hacienda, que lidera María Jesús (Marisu) Montero- en Talgo para acompañar a Sidenor es una posibilidad.
Ya saben que Pedro Sánchez, a diferencia de sus tres últimos predecesores en Moncloa (el pepero José María Aznar, el socialista José Luis Rodríguez Zapatero y el pepero Mariano Rajoy), le gusta no sólo intervenir en las compañías públicas y semipúblicas, sino también hacerlo -y a elevados niveles- en las privadas. Esto último lo saben muy bien en Telefónica… pero desde Moncloa se vende que lo hacen para proteger a la teleco centenaria, tras la entrada de los saudíes; e incluso Sumar intentó que el Gobierno comprara un paquete de acciones de Repsol ante el pulso en materia de inversiones en España si el impuestazo energético se convertía en permanente (parece que esto finalmente, no se producirá -aunque como dice el refrán español, hasta el rabo,todo es toro,... y en este caso, hasta el Pleno en la Cámara Baja del próximo jueves-. Eso sí, tras el largo lío fiscal de anoche en el Congreso de los Diputados, el Ministerio de Hacienda ha subrayado que "el Gobierno quiere aclarar que mantiene su acuerdo con Junts para no gravar a las empresas energéticas que mantengan su compromiso efectivo de inversión para la descarbonización".
En el caso de Talgo, desde Moncloa se habla de colaboración público-privada para esconder el intervencionismo y también de protección de una empresa estratégica. Recuerden que Moncloa vetó la OPA del consorcio húngaro Ganz-Mavag por el 100% de Talgo, una oferta por nada más y nada menos que 619 millones de euros, y lo hizo aludiendo a un informe del CNI (donde al parecer los espías alertaban de la conexión rusa). El Gobierno no dudó en buscar alternativa, recurriendo al fabricante de trenes checo Skoda (pese a estar en pérdidas), que no puso dinero encima de la mesa sino una oferta de fusión; lo que les obligó a contactar con su matriz (PPF Group) para que pusiera dinero… y así de paso forzar a Criteria Caixa a entrar en el capital de Talgo. Nada de esto salió como Sánchez pretendía ni tampoco los intentos por parte del PNV de que el fabricante ferroviario vasco CAF aceptara entrar en Talgo. Por ello, ahora la operación no sólo incluye a Moncloa y al Gobierno vasco, sino también a Sidenor -siderúrgica que preside el ingeniero bilbaíno José Antonio Jainaga, cercano y afín al PNV- como socio industrial. Por tanto, una nueva nacionalización empresarial... pero esta vez con la complicidad de los nacionalistas vascos para hacer que el fabricante ferroviario sea más vasco.
Las declaraciones de Puente no se han producido en un contexto cualquiera, sino a unas horas de conocer los resultados que ha tenido Talgo en los nueve primeros meses del año. Y justo después de saber que Sidenor intenta ganarse el apoyo de BBK (que es el primer accionista de Kutxabank) como socio para su entrada en Talgo. Esto último podría dar alas a Criteria Caixa para tener una excusa más con el fin de no entrar en el fabricante ferroviario, algo en lo que el Gobierno Sánchez le ha insistido en demasiadas ocasiones, a pesar de su negativa porque no conoce el sector... por lo que en caso de que finalmente cediera a la presión, se trataría más bien de una participación pequeña y minoritaria.
La sesión bursátil de este martes ha sido peor para Talgo (-1,15%) que para el Ibex 35 (-0,74%), a pesar de que aún no se conocían los resultados, que se han publicado a cierre de mercado. Y en las cifras ha habido un poco de todo. Los ingresos han continuado en ascenso, alcanzado los 497,8 millones de euros, frente a los 470,3 millones obtenidos hace un año y los 346,1 millones del primer semestre de 2024. Por su parte, el resultado bruto de explotación (ebitda) se ha situado en 57,7 millones, superior al del primer semestre (40,9 millones) pero inferior al de hace un año (que en términos ajustados fue de 64,5 millones); y el beneficio neto se ha situado en 6,7 millones, muy por debajo de los 14,6 millones obtenidos hasta junio de este año, debido a que los gastos financieros continúan siendo elevados.
Los ingresos continúan en ascenso; el ebitda supera el del primer semestre, pero es menor al de hace un año; y el beneficio neto se sitúa en 6,7 millones, muy por debajo de los 14,6 millones ganados hasta junio. Y ojo, prevé que la deuda aumente a final de año
La cartera de pedidos de Talgo de 3.987 millones, tras nuevos pedidos por 228 millones en el tercer trimestre y otros 508 milllones en octubre. Eso sí, ha ajustado ligeramente la previsión anual de ingresos para reflejar los ciclos de fabricación, aunque espera que la actividad se mantenga elevada. Además, estima que la deuda financiera neta (la cual cerró el primer semestre en 357 millones) aumente al cierre del año debido a las Necesidades Operativas de Fondos (proyectos de fabricación en curso), alcanzando un máximo en el ejercicio 2024, antes de estabilizarse en el de 2025 por debajo de 3,5 veces el ebitda.