Talgo ha empezado la sesión bursátil de este jueves con su cotización suspendida por parte de la CNMV, tras conocerse que la siderúrgica vasca Sidenor y sus socios vascos había elevado su oferta por el 29,9% que tiene el fondo Trilantic. Una suspensión que se ha levantado a las 13:15, al haber tenido más información. Sin embargo, todo este asunto lleva a una pregunta: ¿Por qué no entra ya el GobiernoSánchez en el fabricante ferroviario vía SEPI? La participación del fondo estadounidense le costaría menos de 145 millones de euros... bueno, mejor dicho, nos costaría a todos los contribuyentes españoles.

Teniendo en cuenta que Talgo cerró con una capitalización bursátil de 489,29 millones el miércoles 5, el 29,9% supone 144,8 millones. Este jueves, su cotización celebró la mayor oferta de Sidenor y sus socios vascos cuando se levantó la suspensión, con un alza de hasta el 2%, acercándose a los 4 euros,... pero al final cerró la jornada con un descenso del 0,77%, a 3,88 euros, y frente a un Ibex que subió un 1,55%. Por tanto, la capitalización será algo inferior... y un 29,9% de Talgo costaría algo menos que los citados 145 millones.

Por tanto, mucho menos de lo que nos han costado los innecesarios ‘asaltos’ del Gobierno en Telefónica e Indra, más ligados a un tema de poder. En el caso de la teleco, la excusa que se puso fue que era una respuesta a la entrada de la saudí STC... para ‘proteger’ una empresa estratégica: la SEPI se hizo con el 10%, que a la vista de la capitalización actual de la teleco (22.902 millones), supone un coste de 2.290 millones. ¿También forma parte de dicha ‘protección’ el cese de José María Álvarez-Pallete como presidente y el nombramiento de Marc Murtra como sustituto? Algo que conllevó un cambio también en la presidencia de Indra, para la que se eligió a Ángel Escribano, y donde la primera orden de Moncloa ha sido comprar Hispasat a Redeia. En el caso de Indra, la SEPI tiene el 28% del capital... y a la luz de la capitalización (2.915 millones), supone 816 millones.

Sin embargo, Talgo sí necesita la ayuda de Moncloa... y más cuando subrayan tanto que es una “empresa estratégica”. No hay que olvidar que hace unos meses vetaron la OPA del ‘ultra’ consorcio húngaro Ganz-Mavag por el 100% del capital a un precio de 5 euros por acción (en total, 619 millones). Un veto para el que aludieron a razones de seguridad nacional... pero que habría contentado a Trilantic.

Hace unos meses, el Gobierno Sánchez vetó la OPA del ‘ultra’ consorcio húngaro Ganz-Mavag por el 100% del capital de Talgo a un precio de 5 euros por acción (en total, 619 millones)

Desde hace unos meses, el Gobierno, en especial a través del ministro de Transportes y Movilidad Sostenible, Óscar Puente, busca otros socios. En el trayecto apareció el fabricante ferroviario checo Skoda pese a estar en pérdidas (y su matriz, PPF Group) para forzar a Criteria a entrar en Talgo, pero sin éxito; y también el polaco Pesa, el indio Jupiter Wagons (que tiene entre sus accionistas al eslovaco Tatravagonka) y la siderúrgica vasca Sidenor. Precisamente, estos tres últimos siguen mostrando interés y la última es la mejor posicionada, al contar con apoyo del Gobierno central y del vasco, aunque por el momento sólo se ha materializado este último.

En un primer momento, Sidenor ofreció 4 euros por acción y Trilantic dijo ‘no’, ahora ha elevado su oferta, aunque no lo suficiente porque aún está por debajo de los 5 euros que pusieron los húngaros encima de la mesa. Ahora la siderúrgica vasca que dirige José Antonio Jainaga (a través de la sociedad Clerbil), junto al fondo público vasco Finkatuz (propiedad del Instituto Vasco de Finanzas), la Fundación Bancaria BBK y la Fundación Bancaria Vital han ofrecido 4,15 euros en efectivo, susceptibles de elevarse hasta en 0,65 euros adicionales si Talgo cumple determinados objetivos financieros (los cuales no se han dado a conocer) en los ejercicios 2027 y 2028. De esta forma, su oferta total por el 28,782% del fabricante ferroviario ascendería a 4,80 euros (177 millones en total), aún lejos de los 5 euros que ofreció Ganz-Mavag. Una de dos: ¿o el Gobierno central pone lo que falta para alcanzar esa cifra o superarla, o entra y compra la participación de Trilantic? E incluso podría adquirir el 100% del fabricante ferroviario -con o sin el Gobierno vasco-... y luego ya privatizar una parte.

Talgo y Pesa

 

El fondo, por ahora, se toma hasta el 14 de febrero para pensar una respuesta. Mientras el tiempo apremia para Talgo, que necesita imperiosamente aumentar su capacidad industrial para hacer frente a sus numerosos pedidos. Y claro, en esto de la capacidad industrial, fuentes del sector ven dudas en la siderúrgica vasca y refieren la complementariedad que tendría con Pesa, con la que el fabricante ferroviario firmó un memorando de entendimiento el pasado septiembre para estudiar la posibilidad de colaborar en el desarrollo de la nueva red ferroviaria de alta y muy alta velocidad de Polonia. Además, no se descarta que puedan entrar en Talgo Sidenor y sus socios vascos, la SEPI, y también Pesa y hasta Jupiter Wagons como minoritarios. ¡Prrrr! Estamos hablando de un gran cacao de accionistas dentro de una empresa estratégica, sobre todo, por su tecnología de ancho variable. No sólo el ministro Puente, sino la vicepresidenta primera y ministra de Hacienda (de quien depende la SEPI), María Jesús -Marisu- Montero, debería tomar cartas en el asunto... y no tanto el titular de Exteriores, José Manuel Albares, que a finales de enero se reunió con su homólogo polaco, Radoslaw Sikorski, y este último le recordó el interés por formar parte de Talgo y se mostró abierto a compartir el capital con socios españoles. 

Y ojo, el lehendakari, Imanol Pradales, mostró su deseo de que la sede de Talgo esté “en Euskadi” y no en Madrid, como hasta ahora. La compañía no es baladí para el PNV, aunque en las últimas horas esté más ocupado en la renuncia de Andoni Ortuzar a la presidencia del partido, pese a ser el candidato preferido, frente al portavoz en el Congreso de los Diputados, Aitor Esteban, y el concejal Eneko Lekue