No es normal que Telefónica se desplome de esta manera en bolsa, sólo porque la competencia le ha arrebatado el cliente más significativo en uno de los mercados, que ni siquiera es el más importante para el grupo. Algo está pasando porque, además, esto sucede -miércoles 2- un día después de la compra de los derechos de la Champions que, junto a los de LaLiga, le aseguran a la teleco tener el mejor fútbol hasta 2027.

Lo cierto es que la jornada bursátil transcurría sin sobresaltos para la teleco, con un Ibex en rojo, afectado por la rebaja de la calificación de la deuda de EEUU por parte de la agencia Fitch, de ‘AAA’ a ‘AA+’. Pero todo se truncó tras conocerse en acuerdo mayorista firmado en Alemania entre Vodafone y el operador 1&1 Mobilfunk por el que la primera le prestará servicios móviles durante los próximos 18 años. Resulta que 1&1 es el principal cliente de Telefónica Deutschland, que tiene contrato, según la teleco española, hasta junio de 2025. Además, en la operadora consideran que la salida de 1&1 les permitirá liberar espacio adicional para explotar.

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Esto y sólo esto es lo que ha propiciado que la cotización de Telefónica, cuya capitalización bursátil supera los 20.000 millones de euros, haya caído un 7% frente al -1,8% del Ibex, hasta los 3,5 euros por acción.

Podemos concluir varias cosas. En primer lugar, que el negocio minorista es mejor, entre otras razones porque da menos sustos que el mayorista porque no depende de unos pocos clientes, aunque este último es más cómodo y no requiere tanto personal.

Para terminar, el aviso de hoy debería hacer reflexionar a Telefónica sobre su relación con inversores y analistas. Sí, la compañía tiene previsto un Día del Inversor el próximo noviembre, pero hace más de 10 años que no celebraba un encuentro de este tipo y eso es muy significativo.