La situación en el Distrito C, que continúa vacío desde el Covid, ha pasado de la situación de histeria a la de catatonismo (dícese del síndrome esquizofrénico caracterizado por la inmovilidad, el mutismo y el estupor mental). Nadie sabe cuánto le queda en el cargo, si va a seguir o va a cesar o a cambiar de puesto.

Murtra quiere alimentarse de los directivos de Indra y fusionar Telefónica Tech con Minsait pero Ángel Escribano no está por la labor

Marc Murtra entró con fuerza y puso a todo el equipo directivo de Telefónica en estado de provisionalidad. Era lo que tenía que hacer, pero los cambios drásticos hay que ejecutarlos, a ser posible, en 24 horas. Es la única forma de no encontrar contestación.

Ahora bien, esto no va con espíritu de Marc Murtra, el hombre tranquilo, ni es culpa de ese equipo ejecutivo: el error es del Gobierno, que primero nacionaliza Telefónica con un 10% (así se las ponían a Fernando VII) y luego le lanza a la Presidencia sin paracaídas porque ya dijo el Gato de Cheshire -un sabio en materia de gobierno corporativo- que lo único que importa es quién manda.

Con todo esto, Murtra duda: o cambiar a todo el equipo ejecutivo... o a ninguno. De natural pausado, el nuevo presidente de Telefónica camina ahora a un ritmo endiablado, visitando todas las unidades del Grupo, tanto orgánicas como geográficas, pero, desde el primer momento, sabe que para establecer una nueva presidencia, y más de la forma en la que ha accedido a ella, en tiempos de cambios acelerados en el accionariado y con Moncloa en la teleco -que es peso muerto, no fuerza impulsadora-, está obligado a hacer un nuevo organigrama si quiere que, en la cúspide del mismo, siga figurando él.

¿Vender Telefónica Argentina cuando Argentina está al alza? Que Slim quiera comprarla demuestra que no es una buena operación. Además, si anuncias lo que vas a vender ya lo estás malvendiendo... y no se crece vendiendo

O eso o su contrario, no hacer cambio alguno, que, a efectos de permanencia de Murtra lo mismo da: ratificar a todos los que están pero, cuidado que eso tiene más trampa que un teatro chino. Además, o hace los cambios ahora o no los hará nunca.

Así, Murtra quiere alimentarse de los directivos de Indra y, verbigracia, fusionar Telefónica Tech con Minsait. El problema es que el hombre que le ha sustituido en Indra, Angel Escribano, no quiere que vista a Telefónica con los santos de Indra y pone todas las pegas posibles. Pues bien, Murtra ya se ha llevado como jefe de Gabinete de Presidencia a quien cumplía una labor similar en Indra, Manuel Ausaverri. Y cuidado, que ese puesto es uno de los más mimados por Murtra, que acaba convirtiéndolo en un director de estrategia y en el coordinador del resto del equipo directivo de la Compañía, desde Presidencia.

Y lo de Ausaverri sólo es un pulso más. Ha sido el primer pulso entre Escribano y Murtra: habrá más.

Más: el nuevo presidente de Telefónica considera que Indra debe dedicarse a defensa y sólo a defensa, para que él pueda fusionar esa engrasada máquina de ingeniería que es Minsait con Telefónica Tech. En plata, uno de los directivos que está en solfa es José Cerdán, CEO de Telefónica Tech.

Insisto, no se tomen al pie de la letra estos nombres, porque todos los ejecutivos están en la cuerda floja, empezando por el número dos, Angel Vilá, el número tres, Laura Abasolo, la directora de personal, Marta Machicot o el famoso Chema Alonso, el hacker, por no hablar de los organigramas de toda Iberoamérica o los de Telefónica Alemania o Telefónica Reino Unido.

Pero, haga lo que haga, deberá hacerlo pronto o no lo hará nunca y el problema de no hacerlo nunca es que seguirá con un equipo que sabe que en su momento, lo ha puesto en solfa... porque no podría ser que no lo hubiera puesto en solfa. Lo cierto es que, dede su llegada a Telefónica, al hombre de confianza de Moncloa... Moncloa le pesa como una losa. Es lo malo que tiene una nacionalización encubierta cuando tienes que operar con lógica de mercado.

Marcharse de Hispanoamérica: ¡Qué error, qué inmenso error! En Argentina, es como si la compañía pagase por el enfrentamiento entre Pedro Sánchez y Javier Milei. Otra consecuencia nefasta de la entrada del Estado en el accionariado

Algo parecido a lo que ocurre con el organigrama pasa con su perímetro geográfico. Ejemplo: ¿vender Telefónica Argentina justo cuando Argentina está al alza? Que Slim quiera comprarla demuestra que venderla no es una buena operación. Además, si anuncias lo que vas a vender, ya lo estás malvendiendo... y, de cualquier forma, no se crece vendiendo.

En el caso argentino, es como si la operadora estuviese sufriendo el enfrentamiento entre Pedro Sánchez y Javier Milei. Otra consecuencia de la entrada de la SEPI en el accionariado.

En general: ¿marcharse de Hispanoamérica? ¡Qué error, qué inmenso error! Hispanoamérica es el territorio natural de Telefónica pero para operar allí, territorio comanche, se precisa un gobierno con prestigio en la zona, que no lo tiene y que cuando surge un problema, como el de la tomadura de pelo de los gobiernos peruanos, haga valer esa influencia en defensa de su compañía.

Una ventaja tiene Marc Murtra, el hombre tranquilo: que nunca echa las patas por alto ni humilla a nadie sin necesidad. Pero está obligado a hacer cambios... mejor antes que después.