A partir de 2025, los trabajadores de la multinacional Amazon volverán al trabajo presencial. No lo han elegido así, es una orden de Jeff Bezos. Varios bancos norteamericanos han hecho lo propio y en Europa la moda empieza a cundir.

Con la pandemia creíamos haber creado una nueva era laboral pero enseguida se comprobó que la productividad caía en picado. Empezamos diciendo que ahorraríamos mucho tiempo en trabajo y acabamos asegurando que las plantillas perdían cultura de empresa.

La verdad era más sencilla. El trabajador responsable rendía lo mismo que cuando trabajaba vigilado por el jefe, incluso más, porque a los trabajadores responsables no les gusta perder el tiempo en reuniones. Pero los trabajadores responsables no suelen alcanzar, en la gran empresa, ni el 25% del personal. El resto se las arregló para no dar palo al agua o, al menos para emplear la picaresca tendente al mínimo esfuerzo.

Es una moda más, vendida como axioma. Y ya se sabe que cuando los axiomas nacen de las experiencias es posible que mueran con la experiencia.

Se acabó el teletrabajo volvemos a la oficina.