España se encuentra muy lejos de los objetivos marcados por Bruselas, lo que contrasta con el triunfalismo económico de Pedro Sánchez
Según Eurostat, en el tercer trimestre de 2024, el déficit de las administraciones públicas en relación al PIB se situó en el 2,6% en la zona del euro y en el 2,9% en la UE.
España contaba en dicho periodo con un déficit público del 3,5%. El país con mayor déficit público era Bulgaria, con un 8,7%. Por contra, Irlanda contó con un superávit del 14,5%.
Euro area seasonally adjusted government #deficit at 2.6% of GDP in Q3 2024 (3.1% in Q2 2024) https://t.co/7bVTBY4mQm pic.twitter.com/0V3RBmGrQm
— EU_Eurostat (@EU_Eurostat) January 22, 2025
En cuanto a la deuda pública en relación al PIB, Eurostat destaca que al final del tercer trimestre de 2024, la ratio deuda bruta de las administraciones públicas/PIB en la zona del euro (EA20) se situó en el 88,2% y se mantuvo sin cambios en comparación con el final del segundo trimestre de 2024. En la UE, la ratio también se mantuvo sin cambios y se situó en el 81,6%.
En comparación con el tercer trimestre de 2023, mientras que la relación deuda pública/PIB disminuyó ligeramente en la zona del euro (del 88,4% al 88,2%), se observó un pequeño aumento en la UE (del 81,5% al 81,6%).
Los ratios más altos de deuda pública/PIB al final del tercer trimestre de 2024 se registraron en Grecia (158,2%), Italia (136,3%), Francia (113,8%), Bélgica (105,6%) y España (104,3%). Y los más bajos en Estonia (24,0%), Bulgaria (24,6%) y Luxemburgo (26,6%).
Euro area government #debt at 88.2% of GDP in Q3 2024 (unchanged compared to Q2 2024) https://t.co/fiexvrUTwv pic.twitter.com/MpPiRmn2vS
— EU_Eurostat (@EU_Eurostat) January 22, 2025
Recordemos que Bruselas ha vuelto a instaurar los objetivos macroeconómicos de la UE -también llamadas reglas fiscales-, y que fueron interrumpidos por la pandemia, consistentes en lograr que cada estado miembro contabilice un déficit que no sobrepase el 3% del PIB y una deuda del 60% del PIB.
Así las cosas, en ambos indicadores, España se encuentra muy lejos de los objetivos marcados por Bruselas, lo que contrasta con el triunfalismo económico de Pedro Sánchez.