Un privado demasiado grande para cortar lo público
En Tesla, su fundador y CEO, Elon Musk, insiste en la diversificación tras el ‘fracaso’ del coche eléctrico, pues las ventas en el primer trimestre han vuelto a decepcionar. Ahora el multimillonario sudafricano, que también tiene nacionalidad canadiense y estadounidense, lanza una cerveza alemana denominada Tesla GigaBier en Europa… en edición limitada y a un precio no apto para todos los públicos: tres botellines de 33 centilitros cuestan 89 euros.
Musk apuesta por la cerveza estilo pilsner (también denominado Pilsen o pils), que tiene su origen en la ciudad de Pilsen en el siglo XIX cuando pertenecía al Imperio austrohúngaro y que hoy en día pertenece a la República Checa. Se trata de una cerveza tipo ‘lager’, que se caracteriza por un sabor acentuado al tener una fermentación más lenta y que en su última etapa es almacenada en bodegas. El multimillonario ya avisó de que trabajaba en una cerveza en un evento que se celebró en la gigafábrica que Tesla tiene en Berlín a finales de 2021. Ahora la bebida se convierte en realidad, imita la forma del futuro Cybertruck y rinde homenaje a los más de 500 años de historia de la Reinheitsgebot (la ley de pureza de la cerveza alemana que aprobó el duque Guillermo IV de Baviera en 1516 y fijó que la cerveza debía elaborarse sólo con agua, malta de cebada y lúpulo).
La Tesla GigaBier ha sido fabricada en Berlín por Cyberhops, una empresa local especializada en elaborar cervezas artesanales. Una edición limitada y bastante exclusiva con notas de cítricos y frutas dulces: tres botellines de 33 centilitros cuestan 89 euros
La Tesla GigaBier ha sido fabricada en Berlín por Cyberhops, una empresa local especializada en elaborar cervezas artesanales. Una edición limitada y bastante exclusiva que tiene notas de cítricos, entre ellos bergamota (uno pequeño de forma parecida a una pera y sabor agrio), y frutas dulces.
Ahora Musk apuesta por la cerveza y no es baladí el momento, porque siguen llegando muestras del ‘fracaso’ del coche eléctrico (el precio aún es carísimo, faltan ayudas e infraestructura de carga, y tiene problemas), y también va habiendo más competencia de otros grupos automovilísticos: las ventas trimestrales de Tesla no han llegado a lo esperado por los analistas, pues se han situado en 422.875 unidades. Según el fabricante de coches eléctricos, esto se debe a “un desalentador panorama económico y la creciente competencia”, pero no ha evitado el castigo bursátil: la cotización ha caído un 6% y acumula una depreciación cercana al 50% en el último año.
Musk ha disparado la cotización de la criptomoneda Dogecoin al cambiar temporalmente el logo de Twitter por el de esta y ha quitado la verificación de la cuenta de The New York Times... por no pagar por el servicio de suscripción Twitter Blue (8 dólares al mes)
Recuerden que en 2022 Tesla vendió 1.313.851 coches en 2022, un 40% más que el año anterior, pero lejos del crecimiento del 50% esperado, y la decepción provocó desplome en bolsa... y el anuncio de rebajas de precios (en España, se podrán comprar a partir de 45.000 euros). Es cierto que tuvo más ventas y producción mundial en 2022 que en 2021, lo que le permitió duplicar beneficio neto y disparar resultado bruto de explotación (ebitda), aunque no llegara a lo esperado. Y a pesar de que el fabricante de coches eléctricos preveía crecer en ventas y de las rebajas de precios, no lo ha logrado en el primer trimestre de este año. En concreto, vendió 442.875 unidades, un 36,4% más que en el mismo periodo de 2022, pero inferior a lo previsto. Eso sí, la producción le dio más alegrías, porque ensambló 440.808 unidades, un 44,3% más gracias al impulso de las nuevas gigafábricas (entre ellas, la de Berlín)... y es posible que Musk lo celebró con una cerveza.
Paralelamente, Musk es noticia por las últimas novedades de Twitter, compañía que ya vale la mitad que cuando la adquirió. El multimillonario ha disparado la cotización de la criptomoneda Dogecoin al cambiar temporalmente su logo por el de esta, justo cuando hay una crisis de confianza en lo relacionado con las cripto tras la quiebra de varias de sus compañías. Asimismo, la red social no ha empezado una purga en masa de los usuarios de marcas azules de verificación a partir del 1 de abril, sino que sólo ha quitado la verificación de la cuenta de The New York Times... por no pagar por el servicio de suscripción Twitter Blue (8 dólares al mes). Claro que no queda claro si las cuentas verificadas son realmente personas destacadas… o sólo usuarios que han pagado por la marca azul.