El Tesoro Público ha colocado este jueves 6.474,251 millones de euros en deuda a medio y largo plazo, con una demanda que ha llegado a los 11.069 millones de euros.

En la emisión de obligaciones del Estado con una vida residual de 5 años y 1 mes, ha subastado 1.698,573 millones de euros, con un tipo de interés marginal del 2,766% (frente al 2,970% anterior). 

En obligaciones del Estado a 10 años, ha captado 3.188,591 millones, con una rentabilidad del 3,388% (frente al 3,522% de la emisión anterior). 

Mientras que en obligaciones del Estado a 20 años, ha adjudicado 1.587,087 millones de euros, con un interés del 3,903% (frente al 3,534% anterior). 

Esta subasta se producía después de que ayer miércoles, la Fed norteamericana mantuviese sin tocar los tipos en el 4,25%. Su presidente, Jerome Powell, vaticinaba un menor crecimiento de la economía estadounidense, concretamente el 1,7% del PIB (frente al 2,1% de su anterior previsión). Además, Powell prevé una inflación del 2,8% para este año, frente al 2,5% de su anterior previsión. De ahí que haya decidido no tocar los tipos. 

Estos avisos de Powell suponen un toque de atención a las políticas económicas de Donald Trump, concretamente debido a los aranceles impuestos: "Algunos indicadores a corto plazo de las expectativas de inflación han aumentado recientemente. Esto se observa tanto en los mercados como en los estudios, y los encuestados, tanto consumidores como empresas, mencionan los aranceles como un factor”, dijo Powell que, no obstante, añadió que este efecto inflacionario sería “transitorio". Y concluyó: “Según analizamos la información entrante, nos centramos en separar el trigo de la paja a la vez que evolucionan las perspectivas [...] Aunque las previsiones individuales siempre están sujetas a incertidumbre, [...] la incertidumbre actual es inusualmente elevada”. 

Por su parte, la presidente del Banco Central Europeo (BCE), Christine Lagarde, ha advertido de los efectos del "ojo por ojo" comercial entre Bruselas y Washington, dados los aranceles que está imponiendo el presidente estadounidense, los cuales van a provocar la disminución del crecimiento de la eurozona en aproximadamente 0,3 puntos porcentuales durante el primer año.

Lagarde ha añadido: "Una respuesta europea en forma de aumento de los aranceles sobre las importaciones de Estados Unidos aumentaría aún más esta cifra hasta aproximadamente medio punto porcentual”. “El aumento de las fricciones comerciales es perjudicial para el crecimiento y el bienestar global" porque "elevan los costes, perturban la producción y, a menudo, conducen a un ajuste de las cadenas de suministro”. "Esto también fomenta las políticas de represalia 'ojo por ojo', socavando aún más los beneficios del libre comercio”.

"A corto plazo, las medidas de represalia de la UE y un tipo de cambio del euro más débil -resultante de una menor demanda estadounidense de productos europeos- podrían elevar la inflación en torno a medio punto porcentual", ha afirmado la presidenta del BCE. Pero ha añadido que "el efecto disminuiría a medio plazo debido a que la menor actividad económica amortiguaría las presiones inflacionistas”.