En los últimos tiempos, tras el Covid-19 y principalmente con el aumento de la inflación, asistimos al auge de la marca de la distribución (popularmente conocida como la marca blanca) y ante esto, Tomás Pascual Gómez-Cuétara tiene claro cómo competir: “Con innovación y valor añadido”, ha referido en un desayuno informativo organizado por la Confederación Española de Directivos y Ejecutivos (CEDE). Este ingeniero industrial ha añadido que “la inflación empieza a estar más controlada”, en una línea similar a la que apuntó hace ocho meses, cuando aludió que los precios se van a moderar, pero seguirán subiendo.

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El presidente de Calidad Pascual ha explicado que asistimos a “una doble inflación, tras la salida del Covid”. Por un lado, la derivada de la situación geopolítica, que ha subido los costes... y por ende, los precios, y que “está haciendo que el consumidor sea muy prudente”. Y es que ha optado por “gastar menos en lo que puede para gastar más en lo que quiere porque no quiere dejar de vivir bien, y la alimentación es una de las cosas donde está ahorrando comprando marcas de la distribución, lo que nos afecta a las marcas” del fabricante. Ante esto, han optado por “innovar con pruebas funcionales de nuestros productos e inventando categorías”, y Pascual ha anunciado que lanzarán una nueva subcategoría de lácteo este año y “cada seis meses habrá una renovación de la gama láctea, y lo mismo hay que hacer en otros productos”, porque “no podemos competir en precio, pero sí en valor añadido”, por ejemplo, con “con nuestras botellas que son envases obtenidos a partir de otros envases”. Un auge de la marca blanca y unos mayores costes que afectaron a los resultados de 2022 y que también ha tenido impacto en los de 2023, aunque aún no los ha publicado. Pascual sólo ha avanzado que prevé alcanzar los 1.000 millones de euros de ingresos en 2026, un año antes de lo previsto.

Pascual anuncia que lanzarán una nueva subcategoría de lácteo este año y “cada seis meses habrá una renovación de la gama láctea, y lo mismo hay que hacer en otros productos”, porque “no podemos competir en precio, pero sí en valor añadido

Pascual ha subrayado que el auge de la marca blanca nos obliga “a ser más creativos y desarrollar nuevos productos para compensar esa caída de volumen. Nos tenemos que adaptar, abrir nuevos canales, innovar más y acercarnos más al consumidor para que vea que nuestras propuestas tienen más valor” que las de las marcas de distribución. Y por otro lado, la segunda inflación es la de “las ganas de vivir, de disfrutar de la vida más”, con la que “la hostelería y el turismo están teniendo una segunda juventud”.

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Tomás Pascual tiene cinco hijos y ocho nietos, una cuarta generación que “nos obliga a dejar un legado a la familia y a la sociedad”. Un legado que supone la historia de dos empresas familiares ligadas al sector lácteo con Pascual por la vía paterna y a la distribución de las galletas Cuétara por la rama materna) y también “de familias”. Al hilo, ha recordado que su padre, Tomás Pascual Sanz, a quien le definían “la innovación y la calidad”, “nos preparó para la sucesión y pudimos seguir de una forma muy tranquila”: se incorporó un Consejo de Administración y los hermanos ya habían empezado a colaborar en temas de gobierno bajo el liderazgo de la madre, Pilar Gómez-Cuétara. Por ello, el presidente de Calidad Pascual considera que no sólo debe haber un Chief Executive Officer (CEO), sino también un Chief Emocional Officer, porque en “una empresa familiar tienes que gestionar las emociones de los trabajadores y de todos los accionistas”. Actualmente, en la empresa familiar Pascual Gómez-Cuétara hay un Consejo de familia, otro de propietarios de Calidad Pascual (reflejado en un Consejo de Administración) y otros tres (uno para cada filial).  

Empresa familiar Pascual Gómez Cuétara

“La tercera generación está entrando, su puesto natural será ser accionista, aunque algunos podrán llegar a gobernadores”, y de hecho, ya hay algunos trabajando como gestores, pero “han entrado por sus cualidades y por las necesidades del puesto”. Además, subraya que “la empresa no es un lugar de trabajo para los dueños

Para Tomás Pascual el reto de una empresa familiar es “la sostenibilidad y la continuidad de la empresa y de la familia vinculada a la empresa”, y para ello, “la familia debe estar formada e informada: la tienes que preparar para los puestos que le toquen y tiene que saber con transparencia lo que ocurre”. Al respecto ha referido la teoría de la cuatro habitaciones (la familia, el accionista, el gobierno y la gestión), siendo necesario dotar a cada una de “su sentido y de su gobierno y de los criterios por los cuales se pueden atravesar esas habitaciones”. Es cierto que “la tercera generación está entrando, su puesto natural será ser accionista, aunque algunos podrán llegar a gobernadores”, y de hecho, ya hay algunos trabajando como gestores, pero “han entrado por sus cualidades y por las necesidades del puesto”, tras un proceso de selección por parte de miembros independientes de los órganos de gobierno. Es cierto, que “puede haber alguno más que entre, pero tampoco queremos que sean muchos, y deben estar muy capacitados. Es bueno porque los otros trabajadores ven que están los de la familia, pero la empresa no es un lugar de trabajo para los dueños de la empresa”.

Pascual y la importancia del sector primario

Respecto a los valores, Tomás Pascual apuesta por la cercanía, el estar y saber lo que necesitan los grupos de interés (trabajadores, accionistas, proveedores (entre ellos, muchos agricultores), consumidores...); la calidad, es decir, el trabajo bien hecho y hacer buenas cosas; la innovación; y la integridad, “hacer lo que dices y decir lo que haces, hacer primero y luego decir, en definitiva, ser coherente y tener responsabilidad y pasión”. Valores que heredó de su padre y que se pueden resumir en: humildad, es decir, “puedes aprender siempre y todos te pueden aportar algo”; e inconformismo, para “querer más”.

Sus tres deseos: “Que se nos escuche más a las empresas y a los empresarios a la hora de tomar cualquier decisión para crear valor y riqueza para el país”; “que nos ayuden más y no nos pongan trabas, que vayamos juntos de la mano”; y “hacer una sucesión tranquila y ordenada

Por último, el presidente de Calidad Pascual ha expresado tres deseos. Primero: “Que se nos escuche más a las empresas y a los empresarios a la hora de tomar cualquier decisión para crear valor y riqueza para el país”. Todo un aviso para el Gobierno Sánchez. Segundo: “Que nos ayuden más y no nos pongan trabas, que vayamos juntos de la mano”. Otro aviso. Y tercero: “Hacer una sucesión tranquila y ordenada, encontrar pronto un líder de la familia para la familia, es decir, que en un tiempo razonable haya hecho lo que hizo mi padre”.