Toyota es líder en ventas en España, pero no produce al mismo nivel (su furgoneta Proace City la fabrica Stellantis en Vigo), y las protestas no impidieron que Nissan dejara de fabricar coches en Barcelona, ahora solo los vende y produce componentes / Fotos: Pablo Moreno
Toyota y Nissan han dado a conocer las cifras de sus respectivos ejercicios fiscales (abril de 2023 a marzo de 2024), que reflejan más ingresos y ventas, y el doble de beneficio, por tanto han sido mejores que los anteriores en los que se vieron afectados por el encarecimiento de las materias primas. A la vista de todo esto, ¿por qué no se lanzan a producir coches a lo grande en España y no sólo venderlos?
Recuerden que Nissan ha fabricado vehículos durante casi 40 años en la planta que tenía en Barcelona, en concreto hasta el 16 de diciembre de 2021. Tras cerrarla sólo produce componentes para las plantas de la Alianza Renault-Nissan-Mitsubishi en Ávila y piezas para modelos de Nissan y otros clientes industriales en Los Corrales de Buelna (Cantabria); y cuenta con un fuerte negocio comercial. Hace casi 14 meses, la planta barcelonesa pasó a manos de QEV Technologies y la marca Ebro; y recientemente, el fabricante automovilístico chino Chery la ha elegido para producir coches de la marca Omoda, y más adelante de la firma Jaecco, tras alcanzar un acuerdo con EV Motor, la matriz de la marca Ebro que lidera la reindustrialización de la fábrica.
Por su parte, Toyota es líder en ventas en España en los últimos años, pero no le gusta tanto lo de crear empleos industriales aquí. De hecho, sólo tiene una mínima fabricación y de forma indirecta en nuestro país: el grupo franco-italoestadounidense Stellantis (surgido de la exitosa fusión de PSA y Fiat Chrysler Automobiles) produce su furgoneta Proace City en la planta que tiene en Vigo.
Volvamos a los resultados. Toyota se ha consolidado como líder mundial en ventas, posición que ocupa desde 2020, cuando recuperó la corona que le arrebató Volkswagen y que ostentó en los tres años previos al del Covid. También ha liderado las ventas en España en 2022, 2023 y en lo que va de este año… y sólo con la marca Toyota, sin contar la premium Lexus. Al mismo tiempo, el grupo japonés es número uno mundial en producción de coches y ganancias.
En su último ejercicio fiscal, Toyota ha aumentado sus ingresos un 21,4%, a unos 269.896 millones de euros, gracias al incremento de ventas (del 5%, 11,09 millones de unidades -destacando el fuerte incremento del 32% en híbridos (su punto fuerte), a 3,59 millones de unidades) y a la subida del precio de los híbridos. Por su parte, el beneficio operativo se ha disparado un 96,4%, a 33.037 millones, y el margen operativo ha subido 4,6 puntos, al 11,9%. El beneficio neto se ha duplicado (+103,7%), alcanzando los 29.595 millones. Eso sí, para el presente ejercicio fiscal, prevé ligero descenso de ventas y menor beneficio operativo, pese a que los ingresos tendrán un ligero ascenso... y los dos primeros aspectos no han gustado a los inversores: la cotización del día 9 ha cerrado en rojo (-1,42%).
Por su parte, Nissan también ha tenido buenos resultados en su último ejercicio fiscal. Los ingresos han crecido un 19,7%, a 75.865 millones, debido al aumento de las ventas a 3,442 millones de unidades (+4,1%), algo en lo que ha influido la fuerte ofensiva comercial que, por ejemplo, se ve en España, para hacer frente a la fuerte competencia china. Por su parte, el beneficio operativo se ha disparado un 50,8%, a 3.401 millones, y el margen operativo ha ascendido al 4,5%. Además, el beneficio neto casi se ha disparado, al subir un 92,3%, situándose en 2.551 millones.
Nissan ha dejado atrás la crisis de reputación que vivió tras la huída de Carlos Ghosn de la justicia japonesa y se beneficia de la nueva etapa en la Alianza Renault-Nissan-Mitsubishi. Asimismo, aportará unos 225 millones al resultado neto de Renault en las cifras del primer trimestre del fabricante automovilístico francés.
A la luz de los buenos resultados de Toyota y Nissan en sus últimos ejercicios, parece que tienen pocas excusas para no apostar por producir y crear empleos industriales en España, algo que sólo hacen unos pocos fabricantes automovilísticos (Renault, Stellantis, Volkswagen -también a través de su filial española, Seat- e Iveco) y a los que se sumará el chino Chery.