Toyota se mantuvo en el trono mundial de ventas en 2022 y también en el español, y tuvo gran crecimiento en Europa, pero no le fue muy bien en su último ejercicio fiscal
A Toyota le han pasado factura la crisis de chips y la subida de los precios de las materias primas en su último ejercicio fiscal (abril 2022 a marzo 2023). Y es que su beneficio neto ha bajado un 14% y ha reducido su margen operativo, pese a mayores ingresos (+18%) y ventas (+1,7%).
El fabricante automovilístico ha tenido un beneficio neto de 16.515 millones de euros en su último ejercicio, un 14% menos que hace un año. El beneficio operativo ha bajado un 9%, a 18.359 millones, por un negativo desempeño en Europa y EEUU debido a la guerra en Ucrania y el aumento de precios, principalmente. Y el margen operativo se ha situado en el 7,3%, frente al 9,5% del anterior ejercicio.
Toyota ha elevado sus ingresos un 18,4%, a 250.326 millones, pero ha sido más por la subida de precios que por las mayores ventas, dado que estas sólo han ascendido un 1,7%, a 10,38 millones de unidades. Eso sí, no hay que olvidar que ha mantenido el liderazgo mundial en 2022 y que en España produce mínimamente (sólo la furgoneta Proace City y lo hace de forma indirecta, a través de una fábrica de Stellantis), pero le encanta vender: lideró en 2022, con 73.505 unidades de turismos y todoterrenos; y en los cuatro primeros meses de este año, con 26.282 unidades, según los datos de la Asociación Nacional de Fabricantes de Automóviles y Camiones (Anfac).
La escasez de chips afectó a los planes de producción, así como los desastres naturales y el Covid-19, pero “los distribuidores, proveedores y plantas de producción trabajaron arduamente, lo que llevó a un aumento del volumen de ventas en todas las regiones en términos interanuales”, ha presumido Toyota. Su presente ejercicio fiscal ha empezado con un nuevo presidente, Koji Sato, en sustitución de Akio Toyoda, que quiere crecer en coches eléctricos, llegando a 1,5 millones de unidades en 2026, y para ello lanzarán diez modelos, tras años poniendo el foco en los híbridos y sin dejar de lado la apuesta por el hidrógeno (por ejemplo, quiere convertir viejos camiones diésel en otros nuevos eléctricos alimentados por hidrógeno). Además, Toyota prevé mejorar beneficio, ingresos y ventas en el presente ejercicio.