España recibió en febrero 5,4 millones de turistas internacionales, un 7,7% más que en febrero de 2024 y, más importante aún, gastaron 7.260 millones de euros, un 7,6% más, según las estadísticas Frontur y Egatur, publicadas este miércoles por el INE.

Sin entrar en más detalles, lo que está claro es que España sigue siendo un destino muy cotizado entre los extranjeros, principalmente entre los británicos, franceses y alemanes, así como para los nórdicos, que se colaron en el top tres de los que más aumentaron el gasto (9%), en febrero.

Todo esto está muy bien, pero sería mejor no depender tanto del turismo e impulsar la reindustrialización del país.

Lo más preocupante, en cualquier caso, es que frente al auge de los visitantes extranjeros está la disminución del turismo de los residentes en España, que cayó un significativo 7,9% en 2024, según el INE. El gasto también se redujo: un 3,1%. ¿Seguro que la economía de los españoles va bien? No parece, por mucho que el Gobierno insista en que la economía española va como un cohete. Es un crecimiento trufado, principalmente, por el gasto público.