José Manuel Domínguez, nuevo responsable de Unicaja, por de pronto ya ha dejado claro que piensa evaluar la labor de presidente y Ceo. Todo un reto para Menéndez
Con una puntualidad exquisita, nos hemos desayunado esta mañana con las cuentas cerradas al 30 de junio de Unicaja, la entidad presidida por Manuel Azuaga ha obtenido un resultado de 165 millones de euros (ME), lo que representa un incremento del 61,8% respecto al mismo periodo del ejercicio precedente. Pero vamos a ir paso a paso, pues la situación de la entidad, tanto en el plano económico como societario tiene mucho que desbrozar.
Desde mi entrada, muy joven, en el mundo financiero aprendí que cuando las noticias de una entidad financiera salen del ámbito de la prensa salmón... mala señal. La batalla por el poder en la entidad a tres bandas, Fundación Unicaja con sus cuatro consejeros, Manuel Azuaga presidente y Manuel Menéndez (Ceo) han trascendido al ámbito nacional y ha obligado a intervenir al BCE que amenaza con mayores requisitos de capital si no se nombra un sexto consejero independiente.
Unicaja continúa en situación de interinidad hasta julio de 2023
Pero si les parece volvemos a lo que hoy nos trae aquí, que son los resultados de estos seis primeros meses del año que llevamos de ejercicio, y lo vamos a hacer viendo cómo el margen de intereses, a pesar de que en el conjunto de los seis meses ha pasado de los 543M€ obtenidos en el periodo que nos ocupa del ejercicio anterior a los 502M€ del actual, una reducción del 7,6% anual, pero que ya atisba mejora en el segundo trimestre, que ya descontaba la subida de tipos, con 32M€ más de margen registrado.
El margen bruto, 825M€, crece un 0,8%, con un incremento del 12,8% de las comisiones netas, que van viendo cómo se vuelve al “pago por todos los servicios”, después de la tregua de la pandemia destacando el incremento del 33,9% en gestión de fondos y del 27,6% por tarjetas. A esto se suman 53M€ por dividendos y resultados de participadas (+6%), en su mayoría por aseguradoras y 30M€ más por los ROF.
Los costes de administración se sitúan en 390M€, un 9% inferiores a los registrados durante el mismo periodo del 2021, destacando la reducción de los costes de personal en 33M€ hasta los 257M€, un 11,4% menos interanual, gracias a haber alcanzado ya el 56% de la reducción pactada en el ERE tras la fusión y que alcanza un periodo que va hasta diciembre de 2024 para su ejecución. La intención es acelerar plazos para reducir más costes. También el resto de los gastos de administración se han reducido en 6M€, un 4% menos que en el mismo periodo del pasado ejercicio.
El margen de explotación antes de saneamientos crece un 14,5% y los 389M€ registrados parecen abrir una ventana a consolidar un retorno a la rentabilidad con un segundo trimestre de este ejercicio que alcanza los 225M€, 61M€ superior al mejor trimestre de estos dos últimos ejercicios que era precisamente el primero de 2022.
La cartera de créditos parece que se ha estancado en su crecimiento, la agresividad en las concesiones de liquidez con avales del ICO en el 2021 y los incrementos para realizar las refinanciaciones del BCE TLTROS, parece haber detenido el crecimiento en concesiones que crece solo en 26M€ interanual y se sitúa en 54.237M€ de crédito al corriente de pago, con un leve crecimiento del 1,3% en el segundo trimestre, otra cosa es el crecimiento de los saldos dudosos que con un crecimiento interanual del 9,9% se sitúan en un saldo de 1.962M€ y que hace crecer el ratio de mora en un 0,3% situándolo en un 3,5% con una media sectorial cercana al 4% y una media de cobertura del 65% que se puede considerar elevada y que en el total de la cuenta de resultados del semestre ha tenido un reflejo de provisiones y deterioros por 141M€, frente a los 211M€ registrados en el primer semestre del pasado ejercicio un 49% en términos porcentuales.
También los recursos de la clientela parece que mantengan la tendencia de anteriores trimestres ya que los depósitos a la vista se sitúan en 58.105M€que supone un crecimiento del 2,6% respecto al ejercicio precedente, sin en cambio los depósitos a plazo, probablemente por la incertidumbre económica actual se han reducido en un 3,4% hasta los 5.543M€. El total de depósitos de clientela se sitúa en 82.931M€ con un crecimiento del 4% interanual. Los recursos fuera de balance administrados han visto como han decrecido 1,8% situándose en los 20725M€.
La solvencia de la entidad parece firme y el ratio CET1 fully loaded continúa por encima del requerimiento en un 12,8%.
Volvemos al pago por todos los servicios, tras el esfuerzo de la pandemia
Este primer semestre, tras la primera gran subida de tipos de interés en mucho tiempo, va a ser el punto de referencia para el segundo semestre, vamos a ver cómo evolucionan de nuevo los ratios de morosidad e impagos por la importante subida de la inflación, mientras que los niveles de desempleo no suban, nuestra cultura es primero el pago al banco y después todo lo demás, pero los encarecimientos de cuotas por este ajuste al alza de los tipos de interés va a ser un indicador de la resistencia de la economía de los particulares y de las empresas que, además, van a soportar incrementos en costes de energía y otros suministros. Veremos cómo va a repercutir en entidades como Unicaja que ya habían salido de una dura travesía en el desierto de la última crisis financiera.
Eso sí, la entidad sigue en situación de interinidad hasta julio del próximo año, en que el actual Ceo, Manuel Menéndez, deberá ser ratificado por el Consejo y Manuel Azuaga dejará de ser presidente ejecutivo.
Y ojo no olvidemos que La Fundación Unicaja continúa manteniendo la mayoría y que su nuevo responsable, el sustituto del histórico Braulio Medel, no estará dispuesto a jugar un papel de reina madre. Su nombre, José Manuel Domínguez. Por de pronto ya ha dejado claro que piensa evaluar la labor de presidente y Ceo. Todo un reto para Menéndez.