Dentro de la industria eólica empiezan a verse distintos ritmos, pues a Vestas le va mucho mejor que a Siemens Gamesa (ahora integrada dentro de los negocios de Siemens Energy) y a Nordex (que ha perdido 299 millones de euros entre enero y junio, un 5,5% más, y está controlado por la familia Entrecanales como principal accionista a través de Acciona y al cargo de la gestión, aunque los alemanes, principalmente la familia Quandt, siguen mandando bastante). Y es que en el primer semestre ha tenido un fuerte descenso de las pérdidas, del 88,8%, que han pasado de los 884 millones de euros de hace un año a los 99 millones, y además han aumentado los ingresos un 8%, a 6.258 millones, por el valor más alto de la entrega de turbinas y más actividad en servicios.

El fabricante danés de aerogeneradores también ha visto incrementarse su entrega de pedidos un 8% y su cartera de pedidos ha ascendido a 20.000 millones. Para el conjunto del año tiene buenas previsiones de ingresos (entre 14.000 y 15.500 millones) y ha elevado la estimación de crecimiento en el negocio de servicios (del 5% al 10%), aunque los inversores duda, pues la cotización baja un 2%. “Desafortunadamente, la primera mitad del año estuvo marcada por la incertidumbre regulatoria y de permisos, que sigue siendo un desafío clave para acelerar la transición energética, y aunque las interrupciones en la cadena de suministro están disminuyendo, se espera que las interrupciones continúen durante la segunda mitad del 2023”, ha explicado su presidente y CEO, Henrik Andersen.

Recuerden que Vestas tiene más de 2.000 empleados en España, pero tras el cierre de la planta de Viveiro (Lugo) en septiembre de 2021, ya sólo fabrica en la de Daimiel (Ciudad Real), aunque tiene centros en Granada, Madrid y Zaragoza. Además, ha anunciado que acabará con los vertederos de palas eólicas al presentar una nueva solución que permite el reciclaje de palas fabricadas con resina epoxi, sin necesidad de cambiar el diseño o la composición de sus materiales.