El pago con tarjeta sigue prevaleciendo sobre el uso del móvil, aunque lo que realmente prefiere la mayoría de los españoles es pagar en efectivo
El pago por móvil no termina de despegar en España a pesar de que la mayoría de los móviles ya incorporan la tecnología que lo hace posible. Ni siquiera entre la población presumiblemente más digitalizada -entre 18 y 24 años de edad- ha logrado desbancar al pago con tarjeta: hablamos de un 23% frente a un 32% que sigue utilizando la clásica tarjeta de débito o crédito, según un informe publicado esta semana por el Banco de España. En total, solo el 7% de los españoles paga con el móvil, aunque ese porcentaje varía mucho según el tipo de comercio -mayor en grandes superficies- y la franja de edad, como hemos visto.
Sea como fuere, lo cierto es que Visa y Mastercard, los dos gigantes del pago con tarjeta, siguen ampliando el negocio tras la pandemia, que tanto les ayudó por miedo al contagio. Así, el beneficio de Visa durante su primer trimestre fiscal (octubre-diciembre) alcanzó los 4.179 millones de dólares, un 6% más que en el mismo periodo del ejercicio anterior, tras un aumento de los ingresos del 12% (7.936 millones de dólares). El total de transacciones procesadas, según los resultados publicados el pasado jueves por la propia compañía, aumentó un 10% respecto al ejercicio anterior, hasta alcanzar los 52.500 millones de dólares.
En el caso de Mastercard hablamos de resultados anuales de 2022: mejora del 14,3% del beneficio, hasta los 9.930 millones de dólares, después de facturar un 17,8% más, hasta los 22.237 millones de dólares.
En definitiva, el pago con tarjeta sigue prevaleciendo sobre el pago por móvil, aunque lo cierto es que los españoles, según el citado informe del Banco de España, siguen prefiriendo el efectivo. Menos mal, porque únicamente el efectivo mantiene la privacidad de los pagos.
¿Qué harían si una persona les siguiera durante sus compras y fuera apuntando todo lo que adquieren, cuándo y dónde lo compran y si lo pagan con tarjeta o por móvil? Seguramente llamarían a la policía para denunciarle. Pues toda esa información es la que ceden gratuitamente cuando no pagan con efectivo.
Hay un dato del estudio que llama la atención y nos debería alertar: 4 de cada 10 empresas encuestadas están a favor de limitar el pago en efectivo en comercios. Argumentan que ayudaría a evitar el fraude y el blanqueo de capitales y, además, ahorraría costes. Claro que acto seguido aseguran que tampoco están a favor de prohibir el uso de efectivo.
Conclusión: paguen todo lo que puedan en efectivo. Es la única manera posible de preservar nuestra intimidad.