El catarí Khalid Thani Abdullah Al Thani está dispuesto a vender su 5,137% del capital que tiene en Prisa, y Vivendi, propietaria del 10%, también quiere huir del grupo.

Y es que lo de PRISA es uno de los mayores ataques a la independencia periodística que se ha vivido en los últimos años en España. El periódico más leído, El País, y la emisora más escuchada, la Cadena SER, se han convertido en la maquinaria propragandista del gobierno socio-podemita. 

Hartos de la situación, Al Thani y Vivendi no quieren saber nada de PRISA. Y llama la atención, sobre todo, que Vivendi quiera vender: recuerden que hace unos meses, Miguel ‘Cubanino’ Barroso, convertido en ‘ministro’ de propaganda del Sanchismo, ofreció al grupo francés de comunicación y entretenimiento que controlan los Bolloré hacerse con Atresmedia. Su plan pasaba porque los Bollorè aumentaran su participación en PRISA, y entonces compraran Antena 3TV y, por qué no, Movistar+. La familia francesa, como buenos miembros de la masonería elegante de derechas francesa que son, saben que para tener mayor poder y más duradero hay que controlar la producción audiovisual y el discurso cultural imperante, y, por tanto, Vivendi se mostraba dispuesta a hacerse con el 30% de PRISA. Todo parecía pactado entre la multinacional francesa de la familia Bolloré y Moncloa, pero, a falta del visto bueno de Moncloa, sin previo aviso, y con hecho relevante presentado a la CNMV, Vivendi renunciaba a elevar su participación

Así que Vivendi pasa de querer hacerse con el 30%, a vender todo. Si sumamos su participación y la del catarí, supone que el 15% de PRISA está en venta. Y detrás de la porción del pastel, Global Alconaba, grupo inversor de Varela Entrecanales Alberto Knapp, que ya se hicieron con el 7,076% del capital social de dicha compañía, que compraron a TelefónicaLa teleco que preside José María Álvarez-Pallete también quiso salir de PRISA, y puso en venta su participación, consiguiendo venderle el 7% a Global Alconaba, aunque Telefónica sigue conservando un 1,953% de PRISA: de hecho, fuentes de la operadora aseguraron que Global Alconaba prefirió no comprar el 9% porque no tenían mas dinero y se habrían visto obligados a endeudarse. 

Global Alconaba lo componen los Varela Entrecanales, de la familia del mismo nombre, siempre millonarios, siempre progresistas: estuvo en el lanzamiento de Imagina, embrión de La Sexta y en amigable compañía con la Mediapro de Jaume Roures. Y Alberto Knapp proviene de WPP, el entramado publicitario del enorme masoncete Sir Martin Sorrell, que fue quien encumbró a Miguel 'Cubanino' Barroso tras su salida de La Moncloa de Rodríguez Zapatero, al que sirvió como secretario de Información.

Ahora el grupo busca financiación para hacerse con el 15% de PRISA, sumarlo al 7% del que ya son propietarios, y quedarse con el 22%. Para ello, han pedido financiación a un consorcio bancario liderado por CaixaBank

Eso significa que el fondo de inversión Amber Capital se quedaría como primer accionista con el 29,842%, seguido de Global Alconaba. Recuerden que el presidente de PRISA, el inefable Joseph Oughourlian, es la cara visible de Amber, aunque nadie sabe quién es Amber. 

Y así, Amber y Varela Entrecanales y Alberto Knapp controlarían PRISA, es decir, El País y la SER, a mayor gloria de Sánchez. Y ojo, Pedro Sánchez no tolera ni el más mínimo desviacionismo, y para comprobar la radicalización de El País, basta con echar un vistazo a su portada de hoy. El caso de corrupción de izquierdas del día, la imputación y dimisión de Mónica Oltra, queda relegado a un segundo plano. Y en portada, arrementen contra la supuesta corrupción del PP con un caso de hace veinticinco años, con unos audios del exministro Jorge Fernández, donde habla, atención, de las supuestas amantes del octogenario Jordi Pujol

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Y de postre, la asamblea de trabajadores de El País ha aprobado este martes por mayoría absoluta ir a la huelga la próxima semana, coincidiendo con la celebración de la Junta General de Accionistas de PRISA, que se celebrará el próximo 28 de junio. Y es que hace unos meses PRISA, y Miguel ‘Cubanino’ Barroso, le hacían un favor al periodista José Miguel Contreras y le compraban la Lacoproductora. Con la compra, muchos de los trabajadores de El País, pasaban a formar parte del equipo de la productora de vídeo, y con ello, emperoraban y precarizaban sus condiciones laborales. 

Algo a lo que no están dispuestos los empleados de El País. Así, en un comunicado, aseguran: "Siguen trabajando en las mismas instalaciones con los mismos equipos, coordinados con los compañeros de siempre y bajo las órdenes de sus jefes de siempre, aunque sin pertenecer ya a nuestras plantillas y cambiando, a peor, sus derechos y condiciones laborales".