Yannick Bolloré, presidente del Consejo de Supervisión de Vivendi, y José Creuheras, presidente de Atresmedia
Vivendi pincha en 2021 a la luz de los resultados que ha presentado, pues presume de haber ganado 24.692 millones de euros por extraordinarios, frente a los 1.440 millones obtenidos en 2020 con atípicos, por eso conviene fijarse en el beneficio neto ajustado, que ha sido de 649 millones, algo más del doble que el del año anterior (292 millones). En cualquier caso, hablamos de un resultado inferior a los 1.583 millones de 2019. Y ojo, porque tras entrar en PRISA, intenta pactar con Moncloa llegar al 30%, y, por qué no, ya animados por el inefable Miguel 'Cubanino' Barroso podrían lanzarse a por Atresmedia. Eso sí, en Planeta lo tienen muy claro: no piensan vender. Por tanto, ya pueden lanzarse todo lo que quieran.
Estos dos grupos mediáticos españoles están actualmente bastante baratos: PRISA tiene una capitalización bursátil de 438,63 millones y la de Atresmedia es de 814 millones. Y Vivendi, además de los millonarios extraordinarios, cuenta con una posición de caja neta de 348 millones, mientras que hace un año tenía una deuda financiera neta de 4.953 millones. El grupo francés de comunicación y entretenimiento que controlan los Bolloré entró en PRISA al hacerse con la participación del banco británico HSBC y con la ayuda de Amber Capital, vehículo del franco-armenio Joseph Oughourlian que es el principal accionista de PRISA y su presidente. Ahora, Vivendi ya tiene el visto bueno de Moncloa para comprar el 30% del dueño de El País y la Cadena Ser, entre otros medios, cuyo sectarismo está por las nubes y les ha convertido en los mejores portavoces y aplaudidores del Sanchismo.
Los planes más inmediatos de los Bolloré pasan por hacerse con el grupo industrial galo Lagardère: elevó su posición al 45,13%, tras adquirir el 17,5% que tenía Amber en septiembre, y ha lanzado una opa por el total ofreciendo un mayor precio
En esto último, el gran mérito ha sido de Miguel Barroso (más conocido como ‘cubanino’, consejero de PRISA en representación de Amber y secretario de Estado de Comunicación en los dos primeros años de José Luis Rodrígez Zapatero como presidente del Gobierno), pero ni la ecuación ni su ambición acaban aquí, porque ahora junto a José Miguel Contreras quiere comprar Atresmedia... con el dinero de Vivendi, naturalmente, y el apoyo de Moncloa (que aspira a tener más a su favor al grupo que preside José Creuheras, sobre todo, a neutralizar los informativos de Antena 3 y en especial las críticas de Vicente Vallés). Y ya después, el siguiente paso sería poner en orden Movistar TV, propiedad de Telefónica, que es lo que de verdad desean los Bolloré: se trata de ficción y como buenos miembros de la masonería elegante de derechas francesa que son saben que para tener mayor poder y más duradero hay que controlar la producción audiovisual y el discurso cultural imperante.
En relación a Atresmedia, no hay que olvidar que a los alemanes de Bertelsmann (dueños del 18,65%) ya no les interesa España. Y ojo, porque a estos, Vivendi les ha comprado hace unos meses Prisma Media, que agrupa a distintas cabeceras de prensa francesas, por lo que no le son desconocidos. Eso sí, los planes más inmediatos de los Bolloré pasan por hacerse con el grupo industrial galo Lagardère: elevó su posición al 45,13% del capital, tras adquirir el 17,5% que tenía Amber por 600 millones el pasado septiembre, y hace unas semanas ha lanzado una opa por el total ofreciendo 25,50 euros por acción, a mayor precio del anunciado en un principio (24,10 euros). Lagardère es dueño de emisoras de radio como RFM y Europe 1 (la privada más grande de Francia), y revistas como Paris Match, y en España es propietario de varias editoriales (Alianza Editorial, Ediciones Salvat, Bruño y Anaya). Todo esto en vísperas de las elecciones presidenciales galas que se celebraran el próximo abril y sin olvidar que Vivendi es dueño de Havas, multinacional de publicidad y relaciones públicas; que se ha hecho con el control de la tercera agencia de comunicación española, Tinkle; y que tiene el 23,75% de Telecom Italia; y que ha pactado vender un 19% de Mediaset Italia y quedarse como minoritario en los próximos cinco años.
El beneficio extraordinario se debe a la venta del 60% de la discográfica Universal Music Group a través de su salida a bolsa y de otro 10% a la multinacional tecnológica china Tencent, quedándose sólo con un 20%. Ahora son Canal+ y Havas, los negocios que más ingresos aportan
Volvamos a los resultados de Vivendi en 2021. El beneficio extraordinario se debe a la venta del 60% de la discográfica Universal Music Group (UMG) a través de su salida a bolsa y de otro 10% a la multinacional tecnológica china Tencent, quedándose sólo con un 20%. Por su parte, el beneficio antes de intereses, impuestos y amortización (Ebita) se ha situado en 690 millones, 2,3 veces superior al del año anterior (298 millones). Las ventas han ascendido a 9.572 millones (+10,4%), aunque conviene recordar que Universal era antes la división que más aportaba, ahora sus principales negocios en facturación son Canal+ (5.770 millones, un 4,9% más) y Havas (2.238 millones, un 9,2% más), les sigue la editorial francesa Editis (que adquirió a Planeta en 2018) con 856 millones. Prisma Media con 194 millones y la empresa de desarrollo y edición de videojuegos para pc y teléfono Gameloft con 265 millones, entre otros. Vivendi está controlado por los Bolloré (29,73%) y en esta familia, Vincent, amigo personal de Nicolas Sarkozy, ha cedido el mando y la gestión a algunos de sus hijos: Yannick Bolloré preside el Consejo de Supervisión de Vivendi y es vicepresidente del Grupo Bolloré, mientras su hermano Cyrille es miembro de dicho Consejo de Supervisión y es el presidente y CEO del Grupo Bolloré (donde también se sientan como consejeros sus hermanos Sébastien y Marie).