Vodafone España, en manos del fondo británico Zegona desde el mes de junio, ha enderezado el rumbo
Buenas noticias para Vodafone España tras varios años muy complicados que terminaron con la venta de la filial al fondo Zegona por 5.000 millones de euros. Una operación que culminó a finales de mayo, por lo que los resultados publicados este viernes por el fondo británico -segundo trimestre fiscal, que va de junio a septiembre- son los primeros, propiamente dicho, de esta nueva etapa de la teleco.
Los ingresos alcanzaron los 903 millones de euros, un 1,5% menos que en trimestre anterior (916 millones), principalmente por el impacto del acuerdo con Finetwork, que pasó a ser un operador móvil virtual, lo que provocó la migración de 1,2 millones de líneas móviles y fijas de Vodafone a Finetwork.
Lo más positivo fue la vuelta a la rentabilidad del negocio. Así, la teleco que dirige José Miguel García registró un resultado bruto de explotación después de arrendamientos (Ebitdal) de 318 millones de euros, un 6,35% más que en el trimestre anterior.
También fue positiva la evolución comercial: el número de líneas móviles aumentó en 122.000, hasta los 13,528 millones, mientras las de fibra crecieron en 24.000 y cerraron septiembre en 2,7 millones. En total, Vodafone España sumó 146.000 nuevos clientes en su segundo trimestre fiscal.
Las cuentas, que no han sido auditadas, incluyen las del propio fondo Zegona, cuyo único activo es Vodafone España. Lo más destacado y lo que tendrá que vigilar con más atención es la deuda, que cerró septiembre en los 3.800 millones de euros, una cantidad considerable. Por lo demás, Zegona perdió 213 millones en los seis primeros meses de su ejercicio fiscal (marzo-septiembre), tras ingresar 1.205 millones. El coste de las ventas fue de 353 millones y los gastos operativos y administrativos alcanzaron los 776 millones. El coste financiero, por su parte, se elevó hasta los 166 millones de euros.