Volkswagen extiende el frenazo en números y en bolsa por culpa de la cadena de suministro. Y es que ha bajado la previsión anual de beneficio neto de explotación (ebit) tras la menor cifra obtenida en el tercer trimestre y el hecho de que no ha cumplido las expectativas del consenso de analistas.

La cotización del gigante automovilístico alemán desciende un 1,69% este lunes y acumula una caída del 6% en los últimos cinco días, tras prepublicar algunos de los resultados del tercer trimestre que dará a conocer en su totalidad el próximo jueves 26. Esta reacción del mercado -y por tanto, de los inversores- no es buena y se suma el hecho de que la cotización acumula una depreciación del 22% en el último año.

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Volkswagen ha anunciado que su ebit en el tercer trimestre se ha situado en 4.900 millones de euros, por debajo de los 5.668 millones que esperaba el consenso de analistas, según han destacado los analistas del Banco Sabadell. El principal motivo ha sido un impacto negativo en la cadena de suministro, al que se han sumado las inundaciones en Eslovenia, y todo esto se ha notado sobre todo en su negocio central (en marcas como Volkswagen y Skoda); además de la volatilidad de las materias primas y de los problemas en China.

Ante el menor ebit en el tercer trimestre, el grupo alemán ha rebajado un 11% su previsión de ebit anual a unos 22.500 millones, frente al objetivo anterior de entre 23.034 y 27.292 millones, y también por debajo de lo esperado por el consenso de analistas. Todo ello, a pesar de que las ventas fueron sólidas (+11,5%) y mejores de lo previsto entre julio y septiembre, según han destacado los analistas del Banco Sabadell, y la generación de caja “es saludable y deja la liquidez en 36.700 millones”. Además, mantiene el liderazgo en ventas en la Unión Europea.